Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
(ZENIT News Agency, 15.07.2021).- Poco después de las 10:30 de la mañana del miércoles 14 de julio, el Papa Francisco salió del Policlínico Agostino Gemelli de Roma donde había pasado los últimos diez días. De camino al Vaticano el Papa quiso detenerse en la basílica de Santa María la mayor para realizar una visita al icono de la Virgen María ante el que tradicionalmente se dirige antes de salir a uno de sus viajes apostólicos, y también al regresar. Hacia las 12 del medio día del miércoles ya estaba de nuevo en la residencia Santa Marta.
En los días anteriores al día de su alta médica habíamos visto al Papa recitando la oración mariana del Ángelus desde la ventana de su habitación en el hospital, rodeado de niños. También se le pudo ver en silla de ruedas visitando a otros enfermos, especialmente a los niños del área de oncología del mismo hospital, área que se encuentra frente a la habitación donde estuvo internado.
Durante el periodo de internamiento en el hospital el Papa tuvo tiempo para hacerse presente en la vida de las personas por medio de las redes sociales. El 7 de julio escribía en Twitter: “Estoy conmovido por los numerosos mensajes y el afecto recibido en estos días. Agradezco a todos su cercanía y oración”. Cuatro días después, el domingo 11 de julio, publicaba dos tuits. En el primero invitaba a orar por los enfermos: “Recemos por todos los enfermos para que no se deje a nadie solo, que todos reciban la unción de la escucha, de la cercanía y del cuidado. Todos podemos darla con una visita, una llamada telefónica, una mano tendida”; en el segundo hablaba de su experiencia en el hospital: “En estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos. No debemos perder este bien tan precioso, para ello debemos esforzarnos todos”.
Finalmente, el mismo día de su salida del hospital escribía: “Doy las gracias a todos los que han estado cerca de mí con su oración y cariño durante los días de hospitalización. No nos olvidemos de rezar por los enfermos y por quienes los cuidan”.