(ZENIT Noticias / Kiev, 09.03.2022).- Reproducimos la “Declaración sobre el bombardeo de objetivos civiles ucranianos por parte de los invasores rusos” que ha emitido el “Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas sobre el bombardeo de objetivos civiles ucranianos por parte de los invasores rusos”.
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Desde el comienzo de la invasión militar masiva de Rusia en el territorio soberano de Ucrania, hemos sido testigos de cómo los invasores rusos recurren a los métodos de guerra más cínicos prohibidos por el derecho internacional humanitario. De hecho, Rusia está librando una guerra contra la población civil ucraniana: lanza intencionadamente misiles balísticos, incluso desde el territorio de Bielorrusia, y utilizando la aviación militar bombardea barrios residenciales, escuelas, guarderías, clínicas de maternidad, hospitales e infraestructuras críticas esenciales para la vida civil, utilizando bombas de racimo y de implosión prohibidas.
Ejemplos flagrantes de la crueldad injustificada y la agresión sin límites de los invasores rusos son los bombardeos de corredores humanitarios, autobuses de evacuación e incluso ambulancias. La actitud despectiva de los dirigentes rusos hacia la vida humana, que vemos hacia los soldados rusos lanzados al horror de la guerra de agresión, se manifiesta ahora hacia la población civil ucraniana, obligada a huir de los misiles y ocupantes rusos, dirigiéndose a las regiones más seguras de nuestro país y de la vecina Unión Europea.
Además, el ataque militar ruso a Ucrania va acompañado no sólo de incendios y bombardeos de infraestructuras y viviendas civiles, sino también a edificios religiosos. Por ejemplo, en el pueblo de Vyazivka, en la región de Zhytomyr, los invasores rusos destruyeron la iglesia de la Natividad de la Santísima Virgen, construida en 1862. Tras el bombardeo ruso del centro de Jarkiv el 2 de marzo, la catedral de la Dormición de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana resultó dañada. El 7 de marzo, las bombas rusas alcanzaron la Iglesia Evangélica Nueva Vida en la ciudad de Izyum, en la región de Kharkiv, y el edificio de la iglesia quedó completamente destruido. Tras los atentados, se incendió una iglesia ortodoxa en el pueblo de Zavorychi, en el distrito de Brovary, en la región de Kiev.
Desde varios frentes de la invasión rusa se informa de bombardeos de iglesias, incluidas aquellas en las que se han refugiado los refugiados. El riesgo de atentado también se ha hecho patente para el mayor santuario espiritual, la catedral de Santa Sofía de Kiev.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas reitera su llamamiento a la OTAN, como socio de Ucrania en materia de seguridad, a las Naciones Unidas, a la Unión Europea, a la OSCE y al Consejo de Europa, para que tomen medidas urgentes con el fin de establecer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, y para que proporcionen a las fuerzas armadas ucranianas equipos modernos de defensa antiaérea, incluidos aviones de combate, para defender nuestro recurso más preciado, las vidas humanas y las infraestructuras civiles, del bárbaro bombardeo de los invasores rusos.
Traducción del original realizado por ZENIT.