(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 29.03.2022).- El 28 de marzo de 2022, el Santo Padre recibió en audiencia especial al presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanislaw Gądecki. La reunión duró 45 minutos. El Presidente del Episcopado habló con el Papa sobre algunos temas de actualidad relacionados con el funcionamiento de la Iglesia en Polonia durante la guerra en curso en Ucrania.
El arzobispo Gądecki informó al Papa Francisco sobre la evaluación de la situación actual realizada en la última reunión plenaria del episcopado. En el comunicado posterior, así como en una declaración especial, los obispos polacos condenaron el ataque de la Federación Rusa a la Ucrania independiente y democrática. Subrayaron que la guerra nunca puede ser un medio para resolver conflictos, ya que siempre causa la muerte de personas inocentes y la destrucción de sus bienes. Los obispos también expresaron su plena solidaridad con el pueblo ucraniano que sufre esta agresión. En este contexto, el Presidente del Episcopado agradeció al Santo Padre la consagración del mundo entero, especialmente de Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María en la solemnidad de la Anunciación del Señor.
El Presidente del Episcopado también ofreció una amplia visión de las actividades emprendidas por la Iglesia en Polonia inmediatamente después del estallido de la guerra. Se refieren tanto a las medidas de ayuda a los numerosos refugiados de Ucrania que se encontraban en suelo polaco como al apoyo a los que permanecieron en su país a pesar de la guerra. La ayuda de la Iglesia corre a cargo de Cáritas Polonia y la Cáritas Diocesana, el equipo de PBK que apoya a la Iglesia en el Este, las comunidades religiosas de hombres y mujeres, muchos sacerdotes y seminaristas. El Presidente destacó en particular la enorme movilización y el compromiso de las parroquias polacas, que organizan la alimentación, el alojamiento, el transporte, la asistencia médica y psicológica, la asistencia jurídica, la escolarización de los niños y toda una serie de actividades de ayuda a nivel local, en función de las necesidades del momento.
El arzobispo Gądecki también presentó sus esfuerzos para intensificar las acciones conjuntas de los cristianos de diferentes confesiones por una paz justa. Recordó, entre otras cosas, sus cartas a los obispos católicos de Polonia y Ucrania a este respecto, la carta a los jerarcas ortodoxos y católicos de Rusia y Ucrania, y la carta personal al Patriarca de Moscú, Kirill. También informó al Papa de su encuentro previsto con el Patriarca Bartolomé I en Varsovia. Estos esfuerzos van unidos a una llamada constantemente renovada a los fieles a la oración, el ayuno y la penitencia.
El Santo Padre también fue informado de las dificultades que surgen para la Iglesia universal de las cuestiones planteadas -según el Papa- por la llamada «vía sinodal» alemana. Francisco se distanció de esta iniciativa.
El Santo Padre expresó su gratitud por todas las acciones emprendidas por la Iglesia en Polonia y les aseguró su apoyo espiritual. Instó al clero y a los seminaristas a permanecer cerca de la fe del pueblo de Dios. También dio su bendición apostólica.
