(ZENIT Noticias / Jerusalén, 05.04.2022).- Ante la confluencia de las próximas celebraciones religiosas tanto de cristianos, judíos y musulmanes, los líderes cristianos en Tierra Santa hacen un llamado a la convivencia pacífica. En fechas recientes un grupo de judíos tomó un edificio cristiano (véase Jerusalén: “extremistas judíos” toman un hotel cristiano”). Ofrecemos a continuación el texto de la declaración:
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“Orad por la paz de Jerusalén: ‘Prosperen los que os aman. Paz sea dentro de tus muros y seguridad dentro de tus torres” (Salmo 122:6–7)
En las últimas dos semanas, se han producido actos de violencia indiscriminados en varias partes de nuestra Tierra Santa. Estos, a su vez, han dado lugar a enfrentamientos violentos en toda la región. Más de una docena de personas han perdido la vida como resultado de estos ataques y los conflictos posteriores. Otros han sufrido heridas graves.
Nosotros, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias Locales de Jerusalén, condenamos y denunciamos estos y todos los actos de violencia contra toda persona humana, y ofrecemos nuestras oraciones y condolencias en nombre de las familias y amigos que lloran la pérdida de sus seres queridos. También oramos por la recuperación de aquellos que como resultado han resultado heridos.
Con este aumento repentino del derramamiento de sangre, compartimos la preocupación generalizada de que las tensiones seguirán aumentando durante la rara confluencia de las principales festividades religiosas entre las tres religiones abrahámicas: Ramadán, Pesaj y Semana Santa/Pascua. Por lo tanto, hacemos un llamado a los fieles dentro de cada una de estas tres tradiciones para que muestren el respeto mutuo y el cuidado por el prójimo que es central en las enseñanzas de cada uno.
Del mismo modo, hacemos un llamado a las autoridades gubernamentales supervisoras para que ejerzan políticas de tolerancia religiosa, moderación de la fuerza y disminución del conflicto, y las felicitamos en la medida en que ya lo han hecho.
En estas próximas semanas que son sagradas para nuestras respectivas tradiciones religiosas, alentamos a todas las personas de buena fe a caminar por el camino de la paz que es tan central para el simbolismo de Jerusalén, “la Ciudad de la Paz”. De esta manera, podemos ser verdaderos testigos ante el mundo de la visión común de Paz/Shalom/Salaam que está consagrada en el corazón de nuestras creencias religiosas separadas pero entrelazadas.
Los patriarcas y los jefes de las iglesias locales en Jerusalén.
