(ZENIT Noticias / Roma, 12.04.2022).- Los contrastes en el modo de afrontar la situación que se vive en Ucrania con ocasión de la invasión rusa está resultando cada vez más notoria entre el Vaticano y Moscú.
Mientras que el domingo de ramos el Papa hacía un llamamiento a una tregua en el contexto de la pascua con estas palabras:
“¡Bajen las armas! Debería iniciarse una tregua pascual, pero no para recargar las armas y reanudar los combates, no, una tregua para lograr la paz mediante una auténtica negociación, dispuestos incluso a hacer algunos sacrificios por el bien del pueblo. De hecho, ¿qué clase de victoria será la que plante una bandera en un montón de escombros?”
El mismo día el patriarca Kirill de Moscú daba un sostén a la guerra con estas otras palabras:
“Que el Señor nos ayude a unirnos en este momento difícil para nuestro país, incluso en torno a las autoridades (…) «habrá verdadera solidaridad y capacidad de repeler a los enemigos tanto externos como internos…”.
La posición filo-Putin del patriarca Kirill le separa cada vez más de la simpatía entre el mundo ortodoxo en general, incluso de entre los fieles y el clero de su propia jurisdicción. Un sondeo realizado en Ucrania en el contexto de un proyecto de ley que pretende declarar ilegal a la iglesia ortodoxa rusa en Ucrania revela que el 71% de los ucranianos está a favor de la separación de la iglesia ortodoxa de Ucrania que depende aún del patriarcado de Moscú. Un 14% le da igual, 4% dijo que es difícil de contestar y sólo no apoyan esto el 7%. Los resultados tampoco son favorables por áreas: en el sur, zona más filo-rusa, el 55% apoya y el 13% no está de acuerdo. Por otra parte, después de las últimas afirmaciones con las que Kirill legitima a las autoridades rusas, al menos 240 clérigos del ámbito ortodoxo-ruso se han manifestado contra el patriarca moscovita calificando de crimen moral la justificación que Kirill hace al bendecir la guerra.
Un encuentro entre Francisco y Kirill
Mientras tanto, se está revisando el modo y lugar de un encuentro entre el Papa Francisco y el líder ortodoxo ruso. Aunque en principio se barajó Líbano ahora se sabe que las negociaciones apuntan a que más bien sea Jerusalén, lugar a donde el Papa se trasladaría desde Jordania pues las cosas quedarían así: en el contexto del viaje papa a Líbano, el Papa se trasladaría el último día en helicóptero a la capital jordana y de ahí a Jerusalén, donde se encontraría con Kirill. En todo este contexto, queda la duda del beneficio de imagen para el Papa después de que todos estos contrastes hagan preguntarse en la utilidad con una persona como el patriarca ruso.
