(ZENIT Noticias / Roma, 30.04.2025).- Ofrecemos la segunda parte de la serie de artículos sobre el perfil del próximo Papa a partir de declaraciones públicas realizadas por cardenales:
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Para valorar las declaraciones de los cardenales conviene considerar que son humanos, con cualidades y defectos, por lo que se deben escuchar sus opiniones como juicios individuales. Pero también son personas con gran preparación que, tras ocupar cargos de gran responsabilidad, se apoyan en esa experiencia para reforzar la validez de sus comentarios. Zenit ofrece variadas declaraciones para tener una visión más amplia de los enfoques que entrarán al cónclave.
El Cardenal John Atcherley Dew tiene 77 años y es arzobispo de Wellington, capital de Nueva Zelanda. El 27 de abril, en un comunicado escrito, trató el legado perdurable del Papa Francisco: “Creo que, para mí, hubo una profunda gratitud ante lo que el Papa Francisco hizo por la Iglesia en los 12 años que fue Pontífice. Y por el mundo”.
Expresó que el Colegio de Cardenales dedicará los días anteriores al cónclave a “la oración y la conversación” para preparar la elección del próximo pontífice. “Serán oportunidades para conversar, para que la gente describa el tipo de persona que creen que sería la adecuada para dirigir la Iglesia, las cualidades que se necesitan”. También dijo que comentarán entre ellos sobre “lo que necesita hoy la Iglesia y lo que necesita hoy el mundo”.
El Cardenal Raymond Burke nació en Wisconsin, Estados Unidos, y fue prefecto del Tribunal Supremo del Vaticano. Es uno de los nombres más mencionados para este cónclave.
En declaraciones del 25 de abril al National Catholic Register, el Cardenal Burke subrayó la importancia de “pedir la intercesión de Nuestra Señora del Buen Consejo. Es especialmente importante dadas las decisiones cruciales que se tomarán en los próximos días y semanas para el bien de la Iglesia y del mundo entero”.
Burke lanzó una novena de oración a la Virgen María, programada desde hace meses, para rogar ante “la oscuridad y el pecado que cada vez más envuelven al mundo y amenazan a la Iglesia”, así como ante “las crisis urgentes de nuestro tiempo”.
Añadió una invitación a ofrecer súplicas estos días “por los miembros del Sagrado Colegio de Cardenales que, en el próximo cónclave, elegirán al Sucesor de San Pedro como Vicario de Cristo en la Tierra, Pastor de la Iglesia Universal”.
Es oportuno enmarcar estos actos del Cardenal Burke en el contexto de su visión de la Iglesia, alejado de algunas posiciones del papa Francisco respecto a “derechos” de los grupos LGBTQ, el divorcio y el papel de la mujer. El cardenal dejó el puesto en la Signatura Apostólica por diferencias sobre la exhortación apostólica Amoris Laetitia en detalles sobre el amor en la familia.
Burke manifestó adhesión a la idea de Benedicto XVI en la «hermenéutica de la continuidad», concepto que propone reformas de la Iglesia en continuidad con la tradición, sin contradecirla. En Estados Unidos ven al cardenal Burke como próximo papa.
Por su parte el cardenal italiano Pietro Parolin dijo en una homilía durante una misa en la Plaza de San Pedro el 27 de abril, «Es importante acoger como un tesoro precioso este principio en el que el Papa Francisco insistió tanto”. Parolín destacó que el amor abrumador al papa Francisco no debe ser un destello de emoción momentánea, sino que su legado sobre la misericordia debe ser bienvenido y vivido en la Iglesia y en el mundo.
El cardenal Parolin ocupó la secretaría de Estado del Vaticano durante casi todo el papado de Francisco. Nació en Vicenza, norte de Italia, y trabajó en las nunciaturas de Nigeria y México antes de ocupar cargos en la Secretaría de Estado del Vaticano. Fue luego nuncio en Venezuela, hasta ser nombrado Secretario de Estado por el papa Francisco. En su homilía del 27 de abril, destacó que «solo la misericordia sana y crea un mundo nuevo, apagando los fuegos de la desconfianza, el odio y la violencia: esta es la gran enseñanza del Papa Francisco».
Es relevante destacar que el cardenal Parolin dirigirá las votaciones en el cónclave.
El arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, declaró el 26 abril en YouTube que la «Iglesia de puertas abiertas y poner a los pobres en el centro de la atención pastoral son parte del legado del papa Francisco. Y permanecerán».
Conversó en el Vaticano con Johan Ramírez, enviado especial de DW, comentando que debe evitarse la ambigüedad: el próximo papa será sucesor de Pedro, no de Francisco. Y que cada papa trata de hacer lo mejor con sus aportaciones a la marcha de la Iglesia, por lo que los acentos del papa Francisco continuarán y otras cambiarán.
También destacó que el enfoque de la política en el mundo no tiene mucho peso en la elección del nuevo papa, pues se busca elegir a alguien con mucha fe, gran testimonio de vida y experiencia en la conducción de la Iglesia. Además, se elige a alguien según indique la voz del Espíritu.
El 12 de junio de 2023, el papa Francisco nombró a monseñor José Cobo como Arzobispo de Madrid y cardenal meses después. En una entrevista del 25 abril que aparece en YouTube declaró sobre el cónclave que “aprenderemos a mirar la Iglesia a través de los ojos del nuevo papa”.
Sobre la elección del nuevo pontífice, expresó que “no hay grandes saltos, no ruptura”. Cada papa se apoya en el anterior y los grandes procesos que sembró el papa Francisco requieren tiempo para aplicarse. Asumió dar impulso a la visión del papa difunto.
Ante la pregunta de si se dará un cambio importante, respondió: “No creo”. Y advirtió que la Iglesia vive en un cambio de época, con retos hondos, mundiales, económicos y sociales. Hizo ver que existe una situación de violencia, desigualdad, diferencias económicas ante los que la Iglesia da esperanza. Hizo referencia a que “en el cónclave no hay enfrentamiento, sino diferencias”.
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