(ZENIT Noticias / Mariupol, 19.04.2022).- Se llama Sergei Volyn y es comandante de la marina ucraniana, concretamente de la 36 brigada. Le ha tocado ver el “infierno” (como lo califica él) en Mariupol. Y por eso escribe al Papa. La carta es breve, el contenido desgarrador por cuanto refleja la crisis en que vive una ciudad que los rusos han devastado como lo es Mariupol. A continuación el texto de la carta originalmente publicado por Religious Information Service de Ucrania.
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“¡Su Santidad, el Papa Francisco!
No soy católico, soy ortodoxo. Creo en Dios y sé que la luz siempre vence a la oscuridad.
No he visto sus llamamientos al mundo, y no he leído todas sus recientes declaraciones; llevo más de 50 días luchando, completamente circundado, y sólo tengo tiempo para una feroz batalla por cada metro de esta ciudad que está rodeada por el enemigo.
Soy un guerrero. Soy un oficial que juró lealtad a su país. Y estoy dispuesto a luchar hasta el final. A pesar de la fuerza abrumadora del enemigo, a pesar de las condiciones inhumanas del campo de batalla, del constante fuego de artillería y de cohetes, de la falta de agua, de alimentos y de medicinas.
Seguramente ha visto muchas cosas en su vida. Pero estoy seguro de que nunca ha visto lo que está ocurriendo en Mariupol. Porque este es el aspecto del infierno en la tierra.
Tengo poco tiempo para describir todos los horrores que veo aquí cada día. Las mujeres con niños y bebés viven en búnkeres en la fábrica. Pasan hambre y frío. Todos los días viven a la vista de los aviones enemigos. Los heridos mueren cada día porque no hay medicinas, ni agua, ni comida.
Me dirijo a usted para pedirle ayuda. Porque ha llegado el momento en que las oraciones no son suficientes. Ayuden a salvarlos. Después del dramático bombardeo del teatro, ya nadie confía en los ocupantes rusos. Lleve la verdad al mundo, evacue a la gente y salve sus vidas de las manos de Satanás, que quiere quemar todo lo vivo».