Parlamento europeo. Foto: Dwi Anoraganingrum ; Zuma Press

Parlamento Europeo ataca al Tribunal Supremo de Estados Unidos por su no al aborto

El aborto no es competencia de la Unión Europea, pero la Comisión Europea y el Parlamento violan sistemáticamente esta norma.

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(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Bruselas, 16.06.2022).- El Parlamento Europeo ha adoptado una resolución en la que ataca al Tribunal Supremo de Estados Unidos y a los estadounidenses pro-vida por sus esfuerzos para revocar el régimen federal del aborto en Estados Unidos.

La resolución adoptada por el Parlamento de la Unión Europea la semana pasada califica la posible revocación de la sentencia de 1973 que impuso el aborto a petición en los cincuenta estados de Estados Unidos como «el resultado más perjudicial para el derecho al aborto».

La resolución no sólo condena al Tribunal Supremo de Estados Unidos, sino que insta a la Unión Europea a interferir en la política estadounidense financiando a los grupos de presión abortistas de ese país, como Planned Parenthood, que «promueven y proporcionan salud y derechos sexuales y reproductivos en el país, como expresión de su inquebrantable compromiso con estos derechos».

Citando el borrador filtrado de la decisión del Tribunal Supremo en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, revelado por Politico en mayo 2022, la resolución advierte que revertir el caso Roe v. Wade tendría consecuencias negativas para el derecho al aborto en todo el mundo porque los países «muy dependientes de la ayuda de Estados Unidos» dejarían de apoyar el aborto.

La resolución pide al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a los gobiernos estatales que hagan caso omiso de la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos y utilicen sus poderes para «eliminar todas las barreras a los servicios de aborto», incluyendo el consentimiento o la notificación de los padres, los periodos de espera y las autorizaciones médicas o judiciales.

La resolución afirma que el aborto es un «derecho fundamental» y un «elemento esencial» de la atención sanitaria, citando los dictámenes no vinculantes de los organismos de derechos humanos de la ONU y de los expertos de la Organización Mundial de la Salud, y condena las leyes federales y estatales que permiten a médicos y enfermeras negarse a practicar abortos «por motivos de religión o conciencia».

La ministra francesa de Género, Isabelle Rome, pidió a la maquinaria diplomática de la Unión Europea que hiciera todo lo posible para promover el derecho al aborto. Representando al Consejo de la Unión Europea en el debate de la resolución en el Parlamento Europeo la semana pasada, dijo que la negación del aborto era «incuestionablemente una forma de violencia de género».

En representación de la poderosa Comisión de la UE, el letón Valdis Dombrovskis prometió que la Unión Europea seguiría promoviendo el aborto en todo el mundo: «La UE mantiene su compromiso de ser líder en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos, una parte esencial de la realización de los derechos humanos», dijo, «prometiendo seguir trabajando con los principales socios de la industria del aborto a nivel mundial y con el Fondo de Población de las Naciones Unidas».

«Esto es completamente enfermizo», dijo la sueca Arba Kokalari refiriéndose al Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Hablando en nombre del Partido Popular Europeo, el grupo de centro-derecha y el más numeroso del Parlamento Europeo, la política sueca subrayó: «El derecho al aborto es una cuestión de libertad y es absolutamente crucial para que todas las mujeres tengan la oportunidad de moldear su vida como deseen».

La resolución se aprobó con 425 votos a favor y sólo 122 en contra. Unos pocos parlamentarios provida hicieron oír su voz durante un prolongado y alborotado debate en el que los partidarios del aborto dominaron la conversación.

«Lo que está ocurriendo aquí es una enorme irregularidad», dijo Margarita de la Pisa Carrión en nombre del Grupo de Conservadores Europeos (ECR). «¿Qué es lo que se pretende? ¿Asumir la jurisdicción de Estados Unidos? ¿Interferir ilícitamente en la legislación democrática? Es una vergüenza y un descrédito para esta institución».

El aborto no es competencia de la Unión Europea, pero la Comisión Europea y el Parlamento violan sistemáticamente esta norma.

La traducción del original en lengua inglesa fue realizado por el P. Jorge Enrique Mújica, LC, director editorial de ZENIT.

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Redacción Zenit

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