(ZENIT Noticias / Guadalajara, 28.06.2022).- Hasta hace algunos años, si se deseaba celebrar una festividad religiosa en México (por ejemplo la fiesta del santo patrón de una parroquia) los sacerdotes sólo debían pedir el permiso al gobierno. Desde hace algunos hay un segundo permiso a pedir y no es a las autoridades del gobierno sino a la delincuencia organizada.
Así lo ha confirmado el arzobispo de Guadalajara, Cardenal Robles Ortega, en una declaración a la prensa de finales de junio de 2022. Y el requisito para obtener el permiso es muy sencillo: entregar el 50% de las limosnas:
“Todas esas parroquias que están en esa zona para poder celebrar la fiesta patronal, es decir, la feria del pueblo, tienen que obtener el permiso del encargado de la plaza. El encargado de la plaza le autoriza al sacerdote celebrar la fiesta patronal, pero tiene que reportarse con el 50% del resultado de la fiesta”.
Apenas unos días atrás el obispo de Zacatecas había sido detenido por un retén del narco, en los límites entre Jalisco y Zacatecas. Al respecto declaró el cardenal Robles Ortega compartiendo que a él le pasó lo mismo, en torno a los municipios de Totatiche y Villa Guerrero:
“El percance que le sucedió al señor obispo, bueno, no debemos acostumbrarnos, pero es el pan de cada día. Yo fui esta semana pasada, fui allá al norte del estado, límites con Zacatecas precisamente, y también fui detenido por dos retenes, y obvio que son retenes del crimen organizado y le exigen a uno decir de dónde viene, a dónde va, a qué se dedica, qué hace, eso es como lo más normal y lo más natural”.
Y añade:
“Eso es lo ordinario, no es la primera vez que me pasa, ya he ido para esos rumbos y están establecidos esos retenes ahí, con armas gruesas, con armas largas. Dos retenes en el mismo trayecto. A todos los que pasan les hacen lo mismo. Lo que yo digo es por qué, con qué autoridad, un grupo del crimen organizado, te obstruye, te detiene y te investiga. ¿Por qué?”.