(ZENIT Noticias / Santiago, 01.08.2022).- Durante los últimos días del mes de julio los obispos católicos de Chile estudiaron la propuesta constitucional a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, en el contexto del plebiscito que se realizará el próximo 4 de septiembre. Al finalizar esta reunión dieron a conocer un documento especialmente dedicado a la participación en el próximo referéndum constitucional: “Los obispos, preocupados por la vida y el desarrollo de nuestro pueblo, ofrecemos nuestras orientaciones para iluminar desde la Palabra de Dios la conciencia de todos, especialmente de quienes profesan la fe cristiana”.
Los obispos señalaron en ese texto que la Constitución “es una propuesta que nos hace situarnos ante nuestro futuro, con el desafío de discernir si el texto ofrecido nos dota o no de un marco social y jurídico adecuado, para edificar la paz, la solidaridad y la justicia en nuestra patria, asegurando el funcionamiento institucional que lo haga posible y permita encauzar las demandas de la ciudadanía, especialmente de los más vulnerables”.
Enfatizan, además, que es necesario un discernimiento informado y un voto en conciencia, poniendo siempre por delante el bien común del país, por consiguiente, llamamos a cumplir con el deber cívico de ir a votar.
Junto con lo anterior, señalan que, el nuevo texto constitucional “requiere un razonamiento pausado y bien informado, que permita hacer una adecuada valoración ética. Es decir, discernir en conciencia si se respeta y promueve la dignidad del ser humano, se contribuye a la realización del bien común y se aplican los otros valores de la enseñanza social que fomentan un orden justo”.
En relación al contenido la propuesta sobre la que deberán escoger todos los chilenos el próximo 4 de septiembre, indican: “apreciamos el texto constitucional en su propuesta sobre los derechos sociales, el medioambiente y el reconocimiento de los pueblos originarios. Y hacemos una valoración negativa de las normas que permiten la interrupción del embarazo, las que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia, las que desfiguran la comprensión de la familia, las que restringen la libertad de los padres sobre la enseñanza de sus hijos, y las que plantean algunas limitaciones en el derecho a la educación y a la libertad religiosa. Consideramos de especial gravedad la introducción del aborto, que el texto de propuesta constitucional denomina “derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”, cada uno de estos puntos son desarrollados brevemente, con elementos para el discernimiento, en el texto completo.
Al finalizar este texto orientador, los obispos de Chile realizan un especial llamado a “cada ciudadano y ciudadana se comprometa personalmente con el bien común y la justicia, y busque ser artífice de paz en los diversos ambientes en que convive con los demás”, sobre todo teniendo en cuenta que, “como lo han expresado diversas voces, todo indica que el debate constitucional continuará en el país después del 4 de septiembre, independiente de la opción que triunfe en el plebiscito. Es importante que sea un debate no solo por un texto y las mejores normas, sino por cómo seguimos buscando un desarrollo cada vez más humano e integral para todos, pues “el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día”. Por consiguiente, invitamos a que nadie se reste de colaborar en la construcción de un proyecto común”.