El Papa junto a religiosos de la Compañía de Jesús. Foto: La Civilta Cattolica

Papa deja claro qué entiende por «sinodalidad»: «no es la receta de última hora para la Iglesia»

«Me molesta que se utilice el adjetivo «sinodal» como si fuera la receta de última hora de la Iglesia», dice el Papa a miembros de la Compañía de Jesús en Canadá.

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(ZENIT Noticias / Roma, 04.08.2022).- Como parte del programa de encuentros privados durante su visita a Canadá, el Papa se encontró con 15 religiosos de la Compañía de Jesús. El resultado de ese encuentro, muy parecido a una entrevista, lo reporta La Civilta Cattolica, publicación de la misma congregación.

Una de las preguntas realizada por uno de los presentes gira en torno al tema de la visión sinodal de la Iglesia que tiene el Papa. Le dice y pregunta: «Usted habla de peregrinación, de reconciliación y de escucha. ¿Todo esto configura su visión sinodal de la Iglesia? ¿Es eso a lo que se refiere?».

La respuesta del Papa inicia así:

«Mira, me molesta que se utilice el adjetivo “sinodal” como si fuera la receta de última hora de la Iglesia. Cuando se dice “Iglesia sinodal” la expresión es redundante: la Iglesia es sinodal o no es Iglesia. Por eso hemos llegado a un Sínodo sobre la sinodalidad, para reafirmarlo. Claro, podemos decir que la Iglesia de Occidente había perdido su tradición sinodal. La Iglesia de Oriente la ha conservado. Podemos discutir las formas de vivir la sinodalidad, ciertamente. Pablo VI creó la Secretaría del Sínodo de los Obispos porque quería avanzar en esta cuestión. Sínodo tras sínodo se ha ido avanzando, tímidamente, mejorando, comprendiendo mejor, madurando».

A continuación el Papa refiere una experiencia de 2001 sobre los obispos y acusa al secretario del sínodo de entonces de«censurar» (sic) algunas aportaciones (por cuanto refiere la web del Vaticano el secretario general de ese sínodo fue el Card. Ivan Dias, Arzobispo de Bombay, India). También cómo fue que se eligió este tema para el sínodo que se tendrá en unos meses:

«En 2001 participé del Sínodo de los Obispos. Reemplacé al cardenal Egan que, por la tragedia de las Torres Gemelas, tuvo que regresar a su diócesis, en Nueva York. Recuerdo que se recogieron opiniones y se enviaron a la Secretaría General. Yo debía recoger el material y someterlo a votación. El Secretario del Sínodo venía a verme, leía el material y me decía que quitara tal o cual cosa. Había cosas que no consideraba apropiadas y las censuraba. Hubo, en definitiva, una preselección del material. No se había entendido lo que era un Sínodo. Al final del último Sínodo, en la encuesta sobre los temas a tratar en el siguiente, los dos primeros fueron el sacerdocio y la sinodalidad. Me di cuenta de que debíamos reflexionar sobre la teología de la sinodalidad para dar un paso decisivo».

El Papa Francisco también aclara por cuenta propia qué entiende él por «sínodo»:

«Me parece fundamental reiterar, como hago a menudo, que el sínodo no es una reunión política ni una comisión de decisiones parlamentarias. Es la expresión de la Iglesia, donde el protagonista es el Espíritu Santo. Si no hay Espíritu Santo, tampoco hay sínodo. Puede haber democracia, parlamento, debate, pero no hay «sínodo». Si quieren leer el mejor libro de teología sobre el sínodo, relean los Hechos de los Apóstoles. Ahí se ve claramente que el protagonista es el Espíritu Santo. Esto se experimenta en el sínodo: la acción del Espíritu. Se produce la dinámica del discernimiento. Uno experimenta, por ejemplo, que a veces va rápido con una idea, se pelea, y luego sucede algo que vuelve a unir las cosas, que las armoniza creativamente. Por eso me gusta dejar claro que el sínodo no es una votación, una confrontación dialéctica de una mayoría y una minoría. El riesgo es también el de perder la visión de conjunto, el sentido de las cosas».

Finalmente, en esa respuesta que es también la más amplia, invita a no reducir los temas de un sínodo a una cuestión particular:

«Es lo que sucede cuando se reducen los temas del sínodo a una cuestión particular. El sínodo sobre la familia, por ejemplo. Se dice que se organizó para dar la comunión a los divorciados vueltos a casar. Pero en la Exhortación postsinodal sobre este tema sólo hay una nota, porque todo el resto son reflexiones sobre el tema de la familia, como el catecumenado familiar. Por lo tanto, hay mucha riqueza: no podemos encerrarnos en el embudo de un solo tema. Repito: si la Iglesia es tal, entonces es sinodal. Es así desde el principio».

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Redacción Zenit

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