(ZENIT Noticias / Kansas City, 05.08.2022).- El martes 2 de agosto el estado de Kansas celebró un referéndum para someter a votación si se restringía la posibilidad de abortar en ese estado o se mantenía la Constitución como actualmente está redactada. 6 de cada 10 votantes lo hicieron a favor de mantener el aborto como está mientras que 4 de cada 10 se posicionaron a favor de restringirlo. De este modo, los legisladores de Kansas quedan imposibilitados para legislar restricciones abiertas tras el fallo de la Suprema Corte de los Estados Unidos. En Kansas es posible matar a los bebés en el vientre de sus madres hasta la semana 20.
Biden saludó el resultado del referéndum “Esta votación afirma claramente lo que ya sabemos: la mayoría de los estadounidenses cree que las mujeres deben tener acceso al aborto y tener derecho a tomar sus propias decisiones en materia de salud”. También aseguró que el gobierno de los Estados Unidos seguiría impulsando medidas para facilitar el aborto en el país.
Una de esas acciones unilaterales llegó al día siguiente del referéndum en Kansas: el miércoles, el Presidente de los Estados Unidos firmó una orden ejecutiva que facilita el aborto, la segunda acción de este tipo del Presidente Biden en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que anuló el caso Roe v. Wade y Planned Parenthood v. Casey.
Con relación a esta última orden ejecutiva, el arzobispo de Baltimore, William Lori, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió la siguiente declaración como respuesta:
«Incluso antes de la decisión de Dobbs, mis hermanos obispos y yo hemos implorado a la nación que se ponga al lado de las madres necesitadas, y que trabajen juntos para proteger y apoyar a las mujeres y los niños. La promoción continua del aborto cobra vidas y daña irremediablemente a las madres embarazadas vulnerables, a sus familias y a la sociedad. Es una dirección equivocada en un momento en el que deberíamos trabajar para apoyar a las mujeres y construir una cultura de la vida. Sigo pidiendo al Presidente y a todos nuestros funcionarios electos que aumenten el apoyo y la atención a las madres y a los bebés, en lugar de facilitar la destrucción de seres humanos indefensos y sin voz. Santísima Virgen María, patrona de nuestra nación, intercede por nosotros mientras abogamos por la protección de la vida humana y trabajamos por soluciones que ayuden a que cada madre y cada niño florezcan».