Por: Enrique Villegas
(ZENIT Noticias / Managua, 22.08.2022).- La esposa del presidente de Nicaragua, y quien también funge como vicepresidenta del país y vocera del sandinismo, la sra. Rosario Murillo, justificó el secuestro del obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Alvarez, acontecido la madrugada del pasado viernes 19 de agosto.
La vicepresidenta Murillo, quien en el pasado acusó a los obispos de “crímenes de lesa espiritualidad”, tras saber que algún sacerdote hacía exorcismo y oraciones de liberación a ella y al marido, dijo sobre el operativo policial el mismo viernes: “hicieron lo necesario para custodiar, como corresponde a nuestra Policía Nacional, custodiar la paz, la seguridad y la tranquilidad de las familias nicaragüenses. Hicieron lo necesario al no recibirse ninguna comunicación positiva». Y agregó: “Pendientes también de esa concordia, de esa tranquilidad que nos toca resguardar a cada uno de nosotros. Las familias nicaragüenses que queremos vivir en paz, tranquilos y fortalecer la cultura de encuentro. Seguir adelante, alcanzando, movilización y su labor pastoral en las diócesis de Matagalpa y Estelí”.
Por otra parte, el abogado del obispo, Yader Morazán, declaró a un medio local que desde el encierro del obispo en la curia episcopal la justicia ha caído en inconsistencias en el proceso. El primero de ellos es que la Policía no puede imponer arrestos domiciliarios pues debe ser una medida cautelar con una orden de juez, cosa que no se ha tenido. El abogado insiste en que se ha incurrido en un delito de secuestro