(ZENIT Noticias / Kiev-Vaticano, 29.08.2022).- En el contexto de la invasión ucraniana las palabras del Papa en la audiencia del pasado miércoles 24 de agosto han dado pie a una tensión diplomática entre Ucrania y el Vaticano.
La causa de este nuevo conflicto diplomático (el segundo entre ambos países) se da en el contexto del asesinato por atentado de Daria Dugina el pasado sábado 20 de agosto en Moscú. Dugina murió tras explotar una bomba en su coche. Al respecto dijo el Papa al final de la catequesis del miércoles 24 de agosto:
«Pienso en tanta crueldad, en tantos inocentes que están pagando la locura, la locura de todos los bandos, porque la guerra es una locura y nadie en la guerra puede decir: ‘No, no estoy loco’. La locura de la guerra. Pienso en esa pobre chica que murió por una bomba que estaba bajo el asiento de su coche en Moscú. ¡Los inocentes pagan la guerra, los inocentes! Reflexionemos sobre esta realidad y digámonos: la guerra es una locura».
Y agregó:
«[…] hoy, de manera especial, seis meses después del comienzo de la guerra, pensamos en Ucrania y en Rusia, ambos países he consagrado al Corazón Inmaculado de María, que Ella, como Madre, dirija su mirada a estos dos amados países: ¡Que mire a Ucrania, que mire a Rusia y que nos traiga la paz! Necesitamos la paz».
Dugina era hija de uno de los ideólogos que han contribuido al odio contra los ucranianos: Alexánder Dugin. El gobierno de Ucrania rápidamente se desmarcó de cualquier implicación en el asesinato.
Pero al gobierno ucraniano no sentaron bien las palabras del Papa. Por eso el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania convocó al Nuncio del Papa en el país, Monseñor Visvaldas Kulbokas, para manifestar su decepción por lo dicho por el Papa:
«Hemos leído atentamente la cita completa del Papa Francisco y, en primer lugar, hemos decidido convocar al Nuncio Apostólico al Ministerio de Asuntos Exteriores para expresarle la decepción de Ucrania. Y en segundo lugar, diré francamente que las palabras del Papa rompieron el corazón de los ucranianos. Fue injusto».
Como refieren los medios ucranianos, se trata de una convocatoria sin precedentes en la historia de las relaciones bilaterales. «La decisión del Papa Francisco de mencionar en el contexto de la guerra ruso-ucraniana la muerte de un ciudadano ruso en el territorio de Rusia, con el que Ucrania no tiene nada que ver, provoca malentendidos», agregó el ministro.
Es la segunda vez que escala a conflicto un acto atribuido al Papa. El primero se remonta a la Semana Santa de 2022 cuando el Papa durante el viacrucis en el Coliseo hizo cargar una cruz a una mujer ucraniana y a una rusa. Estaba prevista una reflexión que al final, tras la queja diplomática, no se tuvo. La popularidad del Papa en Ucrania está en el borde del mínimo.