(ZENIT Noticias / Roma, 27.11.2022).- En el contexto de la visita que los obispos alemanes hicieron al Papa a mediados del mes de noviembre, el 18 de ese mismo mes los 62 obispos alemanes tuvieron un encuentro en el que participaron algunos de los principales líderes de los Dicasterios de la Curia Romana. El encuentro se tuvo en el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma e inicio con la intervención del presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, quien habló a nombre de todos los demás obispos germanos.
La finalidad de ese encuentro era la reflexión en torno al Camino Sinodal Alemán. El hecho de que el Cardenal Secretario de Estado fungiera como moderador evidenció la relevancia de dicho encuentro. De suyo, el Cardenal Parolin introdujo calificando la reunión como una gracia.
Tras la intervención del presidente de los obispos alemanes hablaron dos representantes del Papa: el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Ladaria, y el prefecto del Dicasterio para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet. Uno se centro en las 5 preocupaciones ante Camino Sinodal Alemán y el segundo dio unas consideraciones eclesiológicas.
Las cinco preocupaciones a las que se refirió el Cardenal Ladaria fueron: 1) el género literario de los textos, 2) la conexión entre la estructura de la Iglesia y el fenómeno del abuso clerical contra menores y otros fenómenos de abuso, 3) la visión de la sexualidad humana según la doctrina de la Iglesia, 4) acceso de la mujer al orden sacerdotal y 5) ejercicio del magisterio eclesial. Por su parte el cardenal Ouellet hizo una dura crítica cuando expresó: «Resulta llamativo, sin embargo, que la agenda de un grupo limitado de teólogos hace unas décadas se haya convertido de repente en la propuesta mayoritaria del episcopado alemán: abolición del celibato obligatorio, ordenación de viri probati, acceso de las mujeres al ministerio ordenado, revalorización moral de la homosexualidad, limitación estructural y funcional del poder jerárquico, consideración de la sexualidad inspirada en la teoría de género, propuesta de cambios importantes en el Catecismo de la Iglesia católica, etc.».
Mons. Bätzing, por su parte, manifestó una crítica a la carta del Papa al pueblo de Dios que camina en Alemania (29 de junio de 2019) pues según él «ha causado asombro que la carta del Papa no haga ninguna referencia al verdadero punto de partida del camino del sínodo, es decir, los abusos sexuales, la insuficiencia de su tratamiento por parte de las autoridades eclesiásticas, su ocultación por parte de los obispos y la persistente falta de transparencia por parte de las oficinas romanas en su tratamiento».
El líder de los obispos alemanes quiso dejar claro que «El camino sinodal de la Iglesia en Alemania no busca un cisma, ni conduce a una Iglesia nacional» y criticó a así a quien no lo ven: «Los que siguen hablando de un cisma o de una Iglesia nacional no conocen ni a los católicos alemanes ni a los obispos alemanes». En alusión indirecta al Papa quien en al menos dos ocasiones ha dicho que no quiere una segunda iglesia protestante en Alemania, Bätzing dijo: «Me entristece el poder que ha adquirido esta palabra, con la que se intenta negar nuestra catolicidad y el deseo de unidad con la Iglesia universal. Desgraciadamente, esto también incluye la comparación bastante inapropiada con una “buena Iglesia evangélica”».
Curioso que el Obispo de Limburgo y presidente del episcopado alemán dijese eso nada menos que en la casa de estudios de la Orden religiosa de la que salió el padre del protestantismo: Martín Lutero, ex monje agustino.
A continuación los textos íntegros en español de las tres intervenciones:
