(ZENIT Noticias / Roma, 20.12.2022).- El P. Johan Verschueren, SJ, delegado del superior general de los jesuitas para las Casas Internacionales de la Compañía de Jesús en Roma, ha hecho pública una notificación publicada en la web oficial de los jesuitas para invitar a quien haya sufrido abuso por parte del P. Rupnik, a ponerse en contacto con ellos.
El delegado informa que «La última semana ha estado centrada en dos investigaciones llevadas a cabo en relación con el ministerio del P. Marko Rupnik. Una se refería a un asunto relacionado con el sacramento de la reconciliación; la otra, a los abusos cometidos por el P. Rupnik contra varias mujeres de la Comunidad de Loyola». Dado que la información compartida ha provocado muchas preguntas, comparten una cronología de los acontecimientos para aportar algo de claridad.
En palabras de Verschueren, «Mi principal preocupación en todo esto son las personas que han sufrido e invito a cualquiera que desee hacer una nueva denuncia o que quiera discutir denuncias ya hechas a que se ponga en contacto con nosotros. Les aseguro que serán escuchados con comprensión y con empatía. Hace ya algunos meses, creamos un equipo de personas, mujeres y hombres, de diversas disciplinas y con variada experiencia en el tratamiento de estas situaciones. Están disponibles, y de hecho lo han estado, para escuchar, apoyar y ayudar. El correo electrónico de este servicio es: teamreferente.dir@gmail.com y la gente puede escribir en inglés, francés, italiano, español, holandés y alemán».
En la notificación reitera lo que unos días antes, concretamente el 14 de diciembre, había declarado el Padre General de los jesuitas, a saber:
«El caso del P. Marko Rupnik, que se hizo público la semana pasada, es un buen ejemplo de lo mucho que nos queda por aprender, especialmente sobre el sufrimiento de las personas. Este caso, como otros, nos causa conmoción y dolor; nos obliga a comprender y empatizar con el sufrimiento de todos los implicados de una u otra forma. Nos enfrenta al reto de respetar este dolor al mismo tiempo que iniciamos escrupulosamente los procedimientos exigidos por las leyes civiles o canónicas. Tratamos de comunicarlo de un modo que no oculte los hechos, a la vez que, iluminados por el Evangelio y otras experiencias humanas, intentamos abrir caminos hacia la curación de las heridas producidas».
La notificación concluye asegurando «que la Compañía de Jesús, tal como lo pidió la Congregación General 36, quiere crear una cultura de salvaguardia y que estamos comprometidos con los más altos estándares en nuestro ministerio. Intentamos excluir que nadie corra el riesgo de ser dañado en cualquiera de nuestros ministerios».
