Misa exequias del Cardenal Pell. Foto: Vatican Media

«Los últimos años de su vida estuvieron marcados por una condena injusta y dolorosa», dicen en homilía en funeral de Cardenal Pell

El cardenal Re dio a conocer cómo la fe y la oración ayudaron al Cardenal Pell a sobrellevar la situación que vivió.

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 14.01.2023).- Por la mañana del sábado 14 de enero se ha celebrado en la Basílica de San Pedro el funeral por el Cardenal George Pell. La misa estuvo presidida por el decano del Colegio de Cardenales, el cardenal Giovanni Battista Re.

Comentando el pasaje de Lc 12, 35-40, el Cardenal Re hizo notar que «El inesperado final de la vida del Cardenal Georg Pell nos ha cogido a todos por sorpresa, porque hace unos días estuvo presente con nosotros para concelebrar la misa funeral por el Papa emérito Benedicto XVI en el parvis de esta Basílica y, a pesar de sus 81 años, parecía gozar de buena salud. Ingresado en el hospital para ser operado de la cadera, sufrió complicaciones cardiacas que le causaron la muerte».

El Cardenal Re también evidenció que el Cardenal Pell «en muchas situaciones fue un protagonista de carácter fuerte y decidido, caracterizado por un temperamento fuerte, que a veces podía parecer duro. Los últimos años de su vida estuvieron marcados por una condena injusta y dolorosa. En junio de 2017 fue acusado de abusos sexuales en Australia y la conclusión del juicio fue una condena de prisión. El Cardenal Pell pasó la friolera de 404 días en la celda de dos prisiones de máxima seguridad, en Melbourne y luego en Barwon, incluido un periodo de aislamiento. En abril de 2020, el Tribunal Superior de Australia le exoneró con una sentencia de inocencia total y salió finalmente de prisión».

Añadió que lo vivido por Pell «Fue una experiencia de gran sufrimiento, soportada con confianza en el juicio de Dios, dando ejemplo de cómo aceptar incluso castigos injustos con dignidad y paz interior. La fe y la oración fueron un gran consuelo y apoyo para él en este triste asunto. Para dar a conocer cómo la fe y la oración ayudan en los momentos difíciles de la vida y también para servir de apoyo a quienes deben sufrir injustamente, publicó el diario de sus largos días en prisión».

Enlazando con la palabra de Dios, se hizo notar que el Cardenal Pell fue ordenado sacerdote en la Basílica de San Pedro en 1966 por el Cardenal Gregory Peter Agagianian. Se encontraba entonces en Roma para completar sus estudios teológicos en la Universidad Urbaniana, enviado por su obispo. Unos años más tarde se doctoró en Filosofía en la Universidad de Oxford. De regreso a Australia, tras unos años como profesor universitario y luego como párroco, fue nombrado Obispo auxiliar de Melburne en 1987 y, nueve años más tarde, Arzobispo metropolitano de la misma sede. En 2001 fue nombrado Arzobispo de Sydney».

Con ocasión de su consagración episcopal eligió como lema «No tengáis miedo», recordando el «No tengáis miedo» del Papa Juan Pablo II. Posteriormente dirigió las dos archidiócesis con un liderazgo firme y claro, además de dedicarse incansablemente a la labor pastoral, mostrando grandeza de intelecto y de corazón.

«Muchos recuerdan también» –dijo el Cardenal Re– «el extraordinario celo y capacidad para hablar a los jóvenes que demostró en la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Sídney en 2008, clausurada por el Papa Benedicto XVI».

Desde abril de 2013 era miembro del Consejo de Cardenales encargado de ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia y, en febrero de 2014, el Papa Francisco le nombró Prefecto de la Secretaría para la Economía.

Finalmente, se destacó que fue un «Hombre de Dios y hombre de Iglesia, se caracterizó por una fe profunda y una gran firmeza de doctrina, que defendió siempre sin vacilaciones y con valentía, preocupado únicamente por ser fiel a Cristo. Como señaló en repetidas ocasiones, el debilitamiento de la fe en el mundo occidental y la crisis moral de la familia le apenaban»,

Al final del funeral el Papa Francisco se hizo presente para los ritos finales. En esta misa de exequias estuvieron también presentes el Cardenal Angelo Becciu, con quien en los últimos años el Cardenal Pell había conflictuado públicamente, y el Arzobispo Georg Gänswein

Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT

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