(ZENIT Noticias / Homs, 17.01.2023).- El nombramiento de un sacerdote que fue prisionero de Daesh (ISIS o Estado Islámico) como Arzobispo en Siria ha sido muy bien recibido por una organización benéfica católica que trabajó estrechamente con él durante muchos años.
Aid to the Church in Need (ACN) expresó su satisfacción por el hecho de que el Padre Jacques Mourad, que estuvo cautivo por Daesh durante casi cinco meses en 2015, haya sido elegido Arzobispo católico siríaco de Homs por un sínodo de obispos de la Iglesia.
La Iglesia católica siríaca, que cuenta con casi 200.000 fieles, es una de las 23 Iglesias católicas orientales en plena comunión con el Papa Francisco.
John Pontifex, Jefe de Prensa e Información de ACN (Reino Unido), quien se reunió con el Arzobispo electo Mourad en uno de sus viajes de proyecto a Siria, elogió la elección: «ACN está encantada de que el Padre Jacques haya sido nombrado Arzobispo de Homs. Es un hombre de profunda espiritualidad, que quería reavivar el antiguo monacato cristiano de la región y construir puentes con las comunidades musulmanas. Su increíble testimonio ayudará a sanar y reconciliar a Homs que, como vi por mí mismo, fue destrozada por la guerra civil».
El Padre Jacques Mourad dirigía el Monasterio de Mar Elián cuando la región fue invadida por grupos de milicianos rebeldes en 2015. El monasterio atendía a cientos de desplazados internos obligados a huir de los combates.
ACN respaldó una serie de proyectos ejecutados desde el histórico monasterio, que fue fundado en el siglo V dC, incluida la provisión de ayuda esencial como alimentos y medicinas. El Padre Mourad actuó como mediador con los rebeldes en nombre de la población civil en la cercana ciudad de Qaryatayn.
Pero en mayo de 2015 fue secuestrado en el Monasterio de Mar Elián -que Daesh destruyó cuatro meses después- y llevado a Raqqa, el bastión de Daesh en el país.
Hablando con ACN en su primera entrevista pública después de su liberación, dijo: «Los yihadistas nos insultaron con frecuencia, pero el momento más difícil fue cuando trataron de intimidarnos: ‘O te conviertes al Islam o te cortamos la cabeza’».
Debido a que se negó a convertirse, los extremistas llevaron a cabo un simulacro de ejecución. Más tarde sería devuelto a Qaryatayn, que ahora estaba bajo control yihadista, y allí logró escapar con la ayuda de un amigo musulmán, quien más tarde lo ayudó a liberar a otros cautivos cristianos.
Regina Lynch, Jefa de Proyectos de la sede internacional de ACN, dijo: «Durante su terrible experiencia, el Padre Jacques siguió siendo un sólido ejemplo de valores cristianos, apoyando a sus fieles y dando testimonio a quienes los perseguían».
«Como Obispo, se encuentra en una excelente posición para continuar alentando a los cristianos a permanecer en sus países de origen y ser fieles a sus creencias, pero también a entablar un diálogo con los musulmanes, trabajando por una coexistencia pacífica».
El Arzobispo electo Jacques Mourad nació en Alepo, Siria en 1968 y fue ordenado sacerdote en 1993. Realizó estudios de seminario en el Líbano y es licenciado en Filosofía, Teología y Liturgia.