(ZENIT Noticias / Jerusalén, 08.02.2023).- El lunes 6 de febrero se hizo público que el Municipio de Jerusalén pidió a Isracard y VISA, desde antes del 25 de diciembre de 2022, el bloqueo de los fondos de una las instituciones más emblemáticas del Vaticano en todo Israel: el Notre Dame of Jerusalen Center.
Al reciente litigio entre la municipalidad y Notre Dame of Jerusalen Center se suma el que propietarios judíos de hoteles en la ciudad amenazan con ir a al Suprema Corte pues acusan al instituto vaticano de competencia desleal.
Las leyes actuales en el Estado de Israel exentan del pago de impuesto sobre la propiedad a las instituciones religiosas. En el pasado el gobierno, según señala The Times of Israel, ha buscado llegar a un acuerdo diplomático con el Vaticano para someter al pago de impuestos a algunas propiedades de la Santa Sede en el país, por considerarlas de carácter comercial.
La Santa Sede e Israel tiene relaciones diplomáticas desde 1993 pero los asuntos relacionados con impuestos y derechos de propiedad no quedaron resueltos. Por esa razón la Iglesia católica en Israel considera que a falta de acuerdo final no hay gravamen. Se apela, además, tanto a los precedentes históricos como el statu quo otamano de 1852, como a la exención codificada en la legislación del mandato británico de 1934 y 1938.
Las cosas se habían mantenido así hasta 2018 en que el gobierno municipal de Jerusalén consideró que la exención no aplicaba a la casa para peregrinos que incluye Notre Dame y gravó propiedades eclesiásticas, no sólo católicas. Pero para el gerente general de Notre Dame of Jerusalén Center esto no procede: «Somos una organización sin fines de lucro al servicio de los peregrinos. Fomentamos el turismo en Jerusalén. ¿Así es como nos pagan?», declaró a Times of Israel Yousef Barakat.
Fue también en 2018 que incluso algunos miembros del parlamento de ese momento invitaron a expropiar propiedades de la Iglesia en el centro de la ciudad. La respuesta en aquel momento fue el cierre del Santo Sepulcro, decisión unánimemente tomada por los líderes de las tres confesiones cristianas que controlar el lugar sagrado: católicos, ortodoxos griegos y armenios.
La respuesta del gobierno nacional fue una serie de encuentros entre el Vaticano y un ministro de Benjamin Netanyahu, pero no se llegó a la firma definitiva de un acuerdo entre las partes.
Al reciente litigio entre la municipalidad y Notre Dame of Jerusalen Center se suma el que propietarios judíos de hoteles en la ciudad amenazan con ir a al Suprema Corte pues acusan al instituto vaticano de competencia desleal. Para el gerente general de Notre Dame se trata de un asunto que se revive cada que hay un nuevo alcalde o un nuevo gobierno.
En las últimas semanas de 2022 y e inicios de 2023 diferentes episodios de intolerancias de judíos contra cristianos se han repetido. Destacan la profanación de un cementerio cristianos por parte de jóvenes hebreos o la destrucción de una imagen de Cristo en la iglesia de la flagelación por parte de un judío de nacionalidad estadounidense, entre muchas otras.
Por cuanto reporta una fuente consultada por ZENIT en Jerusalén, ya está en curso un primer acercamiento entre el Nuncio del Papa y el gobierno municipal, si bien a lo que se tiende es a un acuerdo diplomático oficial, cosa que excede al gobierno municipal de Jerusalén. Como sea, las cuentas están congeladas y la exigencia de pagos permanecen en firme.