(ZENIT Noticias / Kiev, 13.04.2023).- Su Beatitud Sviatoslav, Jefe y Padre de la Iglesia greco-católica ucraniana, comentó los acontecimientos en torno al Lavra de Kiev, expresando su postura en una entrevista concedida a Radio «María» el miércoles 12 de abril de 2023.
A este respecto, Su Beatitud Sviatoslav comentó: «Es extremadamente doloroso para nosotros observar los acontecimientos que están teniendo lugar en torno al Lavra de Kiev. Lo que causa tal dolor es principalmente el comportamiento indecoroso que muestran a veces los representantes de la Iglesia ortodoxa ucraniana, a menudo similar a la de los oligarcas. Esto representa un verdadero desafío a la moralidad pública».
«No pretendo juzgar a nadie, pero lo ocurrido afecta a todos y causa un daño moral a la autoridad de la Iglesia como institución», declaró el Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, en comunión con el Papa.
Su Beatitud Sviatoslav lamentó que el Estado ucraniano lleve más de 30 años sin regular las relaciones de propiedad entre la Reserva Histórica Nacional y sus inquilinos. Además, señaló que «cuando el Estado exige el cumplimiento de las leyes, es evidente que quienes nunca las han respetado pueden sentirse perseguidos. La persona para la que no se escribió una ley, como suele ser el caso de muchos oligarcas, se siente ofendida al verse obligada a obedecer leyes que no estaban pensadas para afectarle».
Su Beatitud Sviatolsav subrayó que, cuando se trata de un santuario nacional, es crucial respetar la ley estatal tanto por parte del propietario, es decir, el Estado, como del arrendatario.
El Jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana mencionó otra cuestión preocupante durante: «Este escándalo en torno al Lavra de Kiev está llevando a una actitud extrema hacia la vida espiritual de la Iglesia en su conjunto… El metropolita Epifanio emitió una declaración condenando los bailes que se celebraban allí mientras otras personas rezaban. Incluso los llamamientos de grupos completamente ateos que pretenden eliminar a la Iglesia de la vida pública, utilizando como pretexto el comportamiento escandaloso del clero, son peligrosos para la paz y la armonía públicas y ponen en peligro toda vida religiosa eclesial».
Su Beatitud Sviatoslav señaló que la situación actual con el Lavra de Kiev es un desafío para todo el entorno religioso, incluidos protestantes, grecocatólicos, católicos romanos y ortodoxos. Subrayó que «cuando una Iglesia se convierte en un peligro para la seguridad del Estado, la gente pierde su orientación moral y espiritual. Es responsabilidad del Estado castigar a los colaboradores y traidores implicados, pero también comprendemos que la pérdida de credibilidad de una Iglesia puede provocar una poderosa ola de secularización».
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