(ZENIT Noticias / Hong Kong, 11.05.2023).- El prelado Stephen Chow Sau-yan, Obispo de Hong Jong, aceptó la invitación del Obispo de Pekín, Joseph Li Shan y visitó la capital de China acompañado de su obispo auxiliar, Monseñor Joseph Ha; su vicario, el Padre Peter Choy; y su secretario personal, el laico Wong Ka-chun.
El viaje del obispo de Hong Kong, fiel a Roma, según afirmó Monseñor Chow, «subraya la obligación de la diócesis de Hong Kong de servir de puente y construir intercambios y lazos entre ambas partes». Durante su estancia en Pekín, se reunió con obispos, sacerdotes y laicos de la capital.
La visita inició el lunes 17 de abril: el obispo católico oró en la Catedral del Santísimo Salvador (Beitang) con varias decenas de fieles. Ante el altar, se erguía una imagen del Padre jesuita Matteo Ricci, misionero en China en los siglos XVI y XVII, declarado venerable el pasado diciembre. El Papa Francisco lo denominó en el Discurso del 9 de mayo de 2022 «hombre de la cultura del encuentro», «de los primeros en establecer un puente de amistad entre China y Occidente, poniendo en práctica un modelo aún válido de inculturación del mensaje cristiano en el mundo chino».
La visita se desarrolló en la tensión entre el Vaticano y China por el nombramiento del arzobispo de Pekín, sin previa consulta al Vaticano, acuerdo asumido por ambas partes. El Partido Comunista Chino busca el control directo sobre cualquier organización y eligió para la sede de la capital a un obispo de la Asociación Patriótica Católica, afiliada al Estado, que el Vaticano no reconoce oficialmente.
A pesar de los desafíos, el Papa Francisco mantiene el deseo de dialogar y, en 2018, la Santa Sede firmó un acuerdo provisional con el Gobierno de Pekín, que ha sido prorrogado en 2020 y en 2022, donde se convino el nombramiento conjunto de los obispos en el país.
Monseñor Chow visitó el Seminario Nacional Católico al día siguiente de su llegada, celebró misa en la iglesia de la Inmaculada Concepción (Nantang) y se reunió con representantes del gobierno. El miércoles 19 de abril visitó el cementerio de los jesuitas.
Mons. Stephen Chow manifestó: «Esperamos continuar este camino de sinodalidad». También dijo que para recorrer ese camino se confía «al Espíritu Santo que une… Debemos caminar juntos con buenas intenciones, y este es un buen comienzo. Es un largo camino por recorrer, pero tenemos que seguir discerniendo». Su evaluación de la visita a la diócesis de Beijing valoró la disposición de la Iglesia Católica a la «sinodalidad, el amor mutuo y la complementariedad”.
El jueves 20 de abril concelebró misa con el arzobispo de Pekín en la catedral del Santísimo Salvador. Presidió la celebración Mons. Li Shan y Mons. Chow pronunció una breve homilía sobre la fuerza de Jesús Resucitado, que todo lo vence, incluso la muerte, liberándonos del miedo.
También insistió el Obispo de Hong Kong que el Resucitado dio el Espíritu Santo a sus discípulos, don del Padre y del Hijo en la comunión del amor. Expresó que el Papa Francisco promueve el camino de sinodalidad en la Iglesia, invitando a todos sus miembros a escucharse y aprender a escuchar al Espíritu Santo que nos guía en nuestro camino. Así respaldó que «El Espíritu Santo es el Dios de la unidad, no de la división. Por eso esperamos que la diócesis de Hong Kong, la diócesis de Pekín y todas las comunidades católicas de la China continental puedan tener una colaboración y unos intercambios más intensos en la comunión del amor».
Tras la misa, el Obispo fue entrevistado por algunos medios de comunicación locales en el exterior de la Catedral. Varios periódicos informaron que Monseñor Chow subrayó la importancia de amar al país y a la Iglesia. «Todos queremos que a nuestro país le vaya bien, ser patriotas es un deber». Y reiteró la misión de la diócesis de Hong Kong para ser puente, invitando al Arzobispo Li Shan a visitar Hong Kong.
El viernes 21 de abril, el prelado presidió la misa en la iglesia de San José (Dongtang) y saludó a los fieles que asistieron. Después partió hacia Hong Kong. A la llegada a su ciudad sede, Mons. Chow expresó «la esperanza de que la Diócesis de Hong Kong y la Diócesis de China continental establezcan relaciones a largo plazo para aprender y complementarse mutuamente».
Mons. Li respondió positivamente a la invitación para visitar Hong Kong, mientras que Mons. Chow ha sido invitado a visitar otras diócesis del continente.
El Padre Choy, experto profesor de teología, manifestó la posibilidad de activar los procesos de sinodalidad entre las Iglesias de Hong Kong y Beijing en términos de formación y situaciones pastorales: «No podemos ignorar nuestras raíces comunes en China».
Mons. Chow habló sobre la importancia de amar al propio país: «Es deber de los fieles mejorar la sociedad, ser respetuosos de la ley, vivir la justicia. El recurso más importante del Estado y de la Iglesia es su pueblo y amar al país es amar al pueblo». «Este amor por nuestros compatriotas ha existido durante mucho tiempo en los corazones del pueblo de Hong Kong».
Durante la visita, el Obispo Chow habló con fieles de las Iglesias del norte, sur y este de Beijing, a quienes encontró «conmovidos» en el afecto, la profundidad de fe y el «deseo de comunión con la Iglesia universal». La visita muestra la dedicación de los obispos fieles a Roma por difundir el Evangelio en el China y la promoción de relaciones amistosas con las autoridades del Gobierno, además de acercar posiciones con los obispos y sacerdotes que pertenecen a la Asociación Patriótica Católica, afiliada al Estado, en bien de todos.