(ZENIT Noticias / París, 22.05.2023).- La Plaza Jean XXIII, conocida antes como el Jardín de l’Archevêché o Plaza de l’Île-de-France, está al frente de la catedral de Notre Dame de París y va a ser remodelada. La Comisión Nacional de Arquitectura y Patrimonio dio una opinión positiva al desarrollo propuesto, aunque sin bancos de hormigón y manteniendo las puertas de cierre alrededor.
Los cuarenta expertos de la Comisión Nacional de Arquitectura y Patrimonio desecharon por mucho tiempo el proyecto sobre los alrededores de Notre-Dame de París. Ahora lo han aprobado ante el primer teniente de alcalde parisino, Emmanuel Grégoire, quien les calificó dos días antes de opositores al proyecto y mentirosos. Eso sí: el proyecto es aceptado con recomendaciones. Albéric de Montgolfier considera que «se nos presentó solo un anteproyecto, pero nos pareció necesario reafirmar que la Plaza Jean XXIII debe permanecer cerrada, por razones de seguridad y preservación. Del mismo modo, pedimos que se preservara el mobiliario urbano, incluidos los bancos Davioud”.
El arquitecto a cargo de la renovación, Bas Smets, es un paisajista y propone un bosque urbano en la explanada que mira hacia Notre-Dame, con vestuarios bajo la explanada y aberturas hacia el Sena, además de un paseo urbano tras la catedral y césped hasta la punta de la isla. Si bien no todos los expertos de la Comisión están de acuerdo en desarrollar áreas de recepción para turistas en el sótano, el grupo admitió la necesidad de abrir un museo dedicado a Notre-Dame de París en el espacio del Hôtel-Dieu de Paris, edificio contiguo y en plena renovación.
El dictamen de la Comisión, aunque consultivo, suele ejecutarse. La aprobación recibida, aunque con reservas, no ha dejado de suscitar controversia.
Los críticos rechazan la remodelación de la Plaza Jean-XXIII. Invitan al público a comparar lo que existe y lo planeado, con fotos publicadas en las redes sociales: una pequeña plaza con flores y protegida por puertas, y la visión del arquitecto con grupos de turistas sentados en el césped. La plaza ha estado cerrada desde el incendio de 2019.
El interés de la alcalde de París busca espacios compartidos con la naturaleza. Los arquitectos Tangui Le Dantec y Dominique Dupré-Henry, miembros de la asociación «Aux arbres citoyens» opinan que «es la invasión del síndrome de París-plage en la política de desarrollo de los espacios públicos parisinos». Al pedir el mantenimiento de las puertas cerradas, la comisión parece haberlos escuchado.
Una carta de los opositores, fechada el 9 de mayo, apoya la petición del grupo «Salvemos las plazas de Notre-Dame», que retoma los mismos argumentos y fue firmada por 44 000 personas. Notre-Dame es un tesoro de París y del mundo entero. La polémica muestra las diferentes posiciones existentes ante la recuperación del gran monumento religioso.