Por: Ariel Beramendi
(ZENIT Noticias / Roma, 14.06.2023).- La palabra con la que iniciamos nuestra crónica vaticana no se trata de un error ni de un neologismo. Con el tecnicismo «apirético» se hace referencia a la falta de fiebre.
Desde que el Papa Francisco fue hospitalizado el pasado miércoles 7 de junio para ser operado del abdomen, desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se han emitido diez notificaciones. Además, se realizaron conferencias de prensa en el hospital Gemelli y el médico que operó al papa explicó el tipo de intervención que realizó, los motivos y consecuencias de esta cirugía. También mencionó los consejos dados al Pontífice para el periodo post operatorio.
El cirujano, Sergio Alfieri, dijo que no se puede exigir a un paciente de 86 años volver al trabajo al tercer día «como si nada», después de una operación de tres horas.
En este sentido, ha sido una novedad positiva el cambio de estrategia comunicativa, porque no estábamos acostumbrados a que un médico hable con claridad, en una conferencia de prensa, sobre la salud del Papa.
En las teorías de la comunicación institucional, es obligatorio usar términos técnicos y científicos. Es decir, que ante un evento las instituciones responden con una semántica formal que denota seriedad y profesionalidad.
No se dice que un enfermo ya no tiene fiebre; sino que el «paciente presenta un cuadro apirético»; no se informa que la circulación está normal, sino que: «el paciente presenta un cuadro hemodinámico estable».
Muchos observadores han apreciado esta estrategia de comunicación integral de parte del sistema comunicativo vaticano.
Según el periodista veterano John Allen, editor del portal «Crux», en los dos últimos años hubo rumores de que el Papa estaba mucho más enfermo y sufría de un cáncer. La gente de su alrededor es consciente de esto y ha decidido ser más transparente para atajar estas especulaciones.
En todo caso, toda la Iglesia se une en oración para que la salud del papa Francisco mejore y pronto regrese al Vaticano para continuar con su misión en la Sede de Pedro. Aunque, a decir verdad, él siguió trabajando porque ha recibido y enviado cartas y emotivos mensajes al personal del hospital.
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Otra noticia de la cual damos razón fue un encuentro mundial sobre la «fraternidad universal». El encuentro fue presentado como un evento para promover la amistad social y la cultura de la paz y tuvo lugar en la plaza San Pedro el pasado sábado 10 de junio, con la presencia de 34 personas premiadas con el Nobel de la Paz y 200 jóvenes representantes de todos los pueblos del mundo. En este encuentro debía participar el papa Francisco, pero finalmente no pudo estar presente por motivos de salud.
Fue muy llamativo el despliegue de construcción por diez días de stands, carpas y puestos de exposición de productos agrícolas italianos a lo largo de toda la Vía de la Conciliación. Cabe destacar que después del evento todo fue desmantelado con rapidez.
Al particular evento, coordinado por el Cardenal Gambetti, encargado de la Basílica de San Pedro, participaron además algunos artistas italianos como el cantante Andrea Bocelli, el bailarín Roberto Bolle y otros artistas locales.
El autor de esta crónica, Ariel Beramendi, es sacerdote y vive en Roma.
