Amy Balog
(ZENIT Noticias / Burkina Faso, 23.08.2023).- Los ataques contra los cristianos en Burkina Faso son cada vez más comunes y muchas personas no saben si sobrevivirán un día más, según un misionero local.
Muchos cristianos han visto a sus seres queridos “decapitados, violados o reducidos a esclavitud sexual”, dijo el padre Pierre Rouamba, prior general de los Hermanos Misioneros del Campo, a la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
El padre Rouamba afirmó que “los cristianos se ven afectados a diario por las atroces acciones de Al Qaeda y del Estado Islámico” en el país de África occidental sacudido por conflictos políticos y golpes militares.
Explicó que los terroristas comenzaron a atacar a la población cristiana en la provincia de Kompienga, al este de Burkina Faso, alrededor de Pentecostés de este año: “Muchas personas murieron o resultaron gravemente heridas y tuvieron que ser trasladadas en avión. Los terroristas también se han apoderado del ganado y están haciendo todo lo posible para que la población se convierta o evacue. Si la gente se niega a convertirse al Islam, se les obliga a marcharse, pero como las carreteras están bloqueadas, se les deja vagar por el bosque sin posesiones y muchos mueren por falta de alimentos».
Y añadió: “En una parroquia de la que somos responsables, un grupo de mujeres intentó romper el bloqueo, pensando que los terroristas no las atacarían. Sin embargo, muchas de ellas fueron retenidas y violadas. Algunas fueron retenidas durante mucho tiempo para ser utilizadas como esclavas sexuales y sólo regresaron después de varias semanas, embarazadas. Estas son tragedias reales que no aparecen en los medios de comunicación».
El padre Rouamba dijo que le gustaría “crear unidades de apoyo para ofrecer apoyo espiritual y psicológico. Mucha gente viene a nosotros simplemente para que la escuchemos».
Debido a la constante amenaza de ataques, dijo que los cristianos a los que atiende “no saben si sobrevivirán otras 24 horas”.
El padre Rouamba destacó que, a pesar de los trágicos acontecimientos, “los cristianos que habían abandonado en cierta medida la práctica religiosa antes de la crisis, están volviendo a la fe en un momento en que los terroristas están haciendo todo lo posible para extinguir el cristianismo.
“Mientras los terroristas impiden que los cristianos se reúnan en las iglesias, las familias se reúnen en sus hogares para reavivar la llama de la fe a través de clases de catecismo y celebraciones conjuntas”.
Explicó: “Es precisamente porque estos cristianos son directamente perseguidos que profundizan su vínculo con Cristo. Los cristianos que sufren odio por su fe tienen dos opciones: o pueden buscar la salvación fuera de Dios, rebelándose contra Él, o pueden buscarla en el corazón del mismo Jesucristo. Nuestros cristianos tienen esta gracia especial de comprender y poner sus vidas en manos de su Salvador”.
