(ZENIT Noticias / Roma, 11.09.2023).- Se llama Andrei Molodkin y es ruso. También se dice artista. De un arte muy particular: arte de protesta con sangre humana. Y tiene previsto llegar a las puertas del Vaticano a finales de septiembre de 2023.
Con domicilio en París, Molodkin pretende poner una escultura que representa el escudo del Vaticano (la tiara pontificia con las llaves) impregnada de sangre. Precisa de una sangre muy específica: de víctimas de abusos sexuales y concretamente de entre 30 y 40 donantes. Hasta el momento sólo tiene un donador: un supuesto sacerdote que sufrió abusos de niño.
“Ver este símbolo sagrado con la sangre de las víctimas será sorprendente”, dijo Molodkin a Sky News. Apenas el pasado mes de agosto la misma persona hizo una exhibición en la Casa Blanca: con “sangre radiactiva” de personas nacidas en Nagasaki.
No está permitido hacer manifestaciones en la Plaza de San Pedro, que es territorio vaticano. Pero eventualmente la persona podría acercarse a la frontera desde el lado italiano, como de hecho sucede a menudo con distinto tipo de manifestaciones públicas.
