(ZENIT Noticias / Madrid, 14.09.2023).- Los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta de 2020, según el informe de la Conferencia Episcopal Española sobre la actividad económica desarrollada en 2019, muestra 7.297.646 declaraciones a favor de la Iglesia. Equivale a 8 millones y medio de españoles que eligen libremente destinar a la Iglesia católica 0,7 % de sus impuestos, 32,15 % de los contribuyentes.
Por otro lado, los españoles han pedido 30 % menos de celebraciones litúrgicas anuales. La pandemia del COVID-19 influyó en el descenso de estos ritos: en 2020, bautizos, comuniones, confirmaciones y bodas marcaron el mínimo histórico. Las unciones de enfermos doblaron el número de matrimonios, que pasó de 29.627 a 12.679. En 2021, la unción también superó a los matrimonios por 2.300.
Otro aspecto es la presencia de la juventud en la vida eclesial. 73,2 % de los jóvenes entre 18 y 24 años, alrededor de 3,4 millones en 1998, se consideraban católicos. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, institución del Gobierno social-comunista, 44 % se manifestaron católicos en 2019: 1 millón cuatrocientos mil, lo que marca un descenso muy pronunciado.
La densidad poblacional de quienes se declaran católicos ha disminuido en todos los segmentos de edad, sobre todo entre los jóvenes.
Hubo 254.222 bautizos católicos durante 2013 en España, principal celebración litúrgica de la Iglesia, seguida de primeras comuniones, confirmaciones y bodas. En 2021, solo hubo 150.000 bautizo: descenso en 41%.
La secularización en España es visible en el descenso de primeras comuniones: en 2013 fueron alrededor de 250.000 y en 2021 solo superaron las 180.000, 26,75 % menos. Las confirmaciones han sido más solicitadas: 103.500 en 2023, pérdida menor, en 12,2% que es significativa por la edad de los adolescentes que se acercan a recibirla. Las bodas han pasado en estos en ocho años de 54.000 a 25.000, que es 53,55 % menos.
El laicismo también se manifiesta en los números de personal dedicado a las actividades eclesiales. Entre 2012 y 2021, el número de sacerdotes ha disminuido de 19.347 a 16.126, un 16,6 % menos. Las monjas y monjes de clausura pasaron de 10.899 a 8.326 y los catequistas de 109.334 a 87.923.
Llama atención que la secularización no se manifiesta en disminución sobre el dinero público que recibe la Iglesia católica española, que le llega por la declaración de la renta, donde los contribuyentes marcan a quién destinan el 0,7 % de sus impuestos. Desde 2010, el número de declaraciones se ha mantenido el mismo: casi 7 millones y medios de españoles marcan la X en favor de la Iglesia. El ingreso total de dinero ha crecido de 250 millones de euros en 2010 a 321 millones en 2021, unos 70 millones más.
La cantidad recaudada a favor de la Iglesia crece en todas las regiones. En trece de las quince que existen, se constata que sube el número de contribuyentes que marcan la X. Las comunidades autónomas donde crece más son Andalucía, Madrid, Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana. Por el contrario, País Vasco registra el mayor descenso.
La menor demanda entre 2013 y 2021 de celebraciones litúrgicas, signo de la secularización que vive la sociedad española, tiene el contraste curioso con la no disminución del dinero público que recibe la Iglesia por la declaración de la renta. ¿Es síntoma de que las encuestas reflejan datos erróneos, quizás por la orientación de las preguntas a los entrevistados? ¿Quizás la religión de las personas debe verse con menos óptica sociológica y con más respeto a la conciencia interior? ¿Será que los católicos son menos en número y más comprometidos con su fe?