(ZENIT Noticias / Gaza, 21.11.2023).- Dos hermanas mellizas de Perú, María del Pilar y María del Perpetuo Socorro Llerena Vargas, trabajan como misioneras en la Parroquia Sagrada Familia de la ciudad de Gaza. Son oriundas de Arequipa.
Pertenecen a la congregación Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, dentro del Instituto del Verbo Encarnado. Las religiosas trabajan en la única iglesia católica que hay en la Franja de Gaza.
Su labor se concreta, como más religiosas de otras congregaciones en la Franja, en la asistencia a 600 personas en la parroquia, sobre todo a niños discapacitados, enfermos y ancianos.
Otras religiosas del Instituto del Verbo Encarnado narran su tarea: «Durante mucho tiempo nos preguntamos cómo podríamos colaborar con la Iglesia presente en estos lugares santos. Entonces descubrimos que había gran necesidad de cuidar a niños con discapacidades físicas y mentales, especialmente a aquellos que eran abandonados debido a su condición”.
Las religiosas del Instituto del Verbo Encarnado llegaron a Belén hace 35 años. “Así comenzó nuestro primer trabajo aquí en Belén, cerca de la Basílica de la Natividad, gracias a la colaboración con el Patriarcado Latino, que nos proporcionó la casa donde hoy acogemos a 39 niños».
El compromiso de las monjas en medio de los bombardeos y de la presión militar manifiesta el servicio de caridad evangélica de estas mujeres consagradas a Cristo, que no miran la religión ni las ideas de quienes sufren en medio de la guerra.
Otro caso de entrega a los necesitados son estas dos religiosas peruanas y una familia oriunda de Chimbote. Han decidido permanecer en Gaza por voluntad propia, aunque tienen autorización para salir de la Palestina sitiada por el ejército israelí, comunicó el embajador peruano en Egipto, José Betancourt, a la agencia EFE.
«El resto, como las dos religiosas, me han reiterado su interés en permanecer en Gaza. Estas mujeres de Arequipa me dijeron que su compromiso es con Dios, su fe y ayudar a los necesitados, y que, por tanto, su deber es permanecer», dijo el embajador.
Las religiosas Mónica y Lucía relataron al embajador que «rezan el rosario con las niñas que están con ellas» y mantienen una «labor encomiable» bajo los bombardeos en la zona norte de Gaza.