Rafael Manuel Tovar
(ZENIT Noticias / Buenos Aires, 24.11.2023).- El 8 de noviembre el Papa Francisco aprobó el decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión del cardenal Eduardo Pironio, fallecido en 1998, y quien será proclamado beato el 16 de diciembre de 2023 en la basílica Nuestra Señora de Luján, en Argentina.
Se trata de la curación milagrosa de un niño en Mar del Plata, Argentina, en diciembre de 2006. Juan Manuel Franco tenía 15 meses e ingresó al hospital tras haber inhalado purpurina. Se le dio asistencia respiratoria y se le indujo en coma por el síndrome de angustia respiratoria aguda.
Los médicos le desahuciaron e indicaron a Laura y Mariano, los padres del niño: «Si saben rezar, recen», ante la imposibilidad de sobrevivir a la intoxicación.
Al día siguiente, el sacerdote Silvano de Sarro, párroco de San Antonio de Padua en Mar del Plata, entregó a los padres de Juan Manuel Franco una estampa del cardenal difunto durante la Marcha de la Esperanza, recorrido por las iglesias de la zona, creada por el cardenal Pironio cuando fue obispo de Mar del Plata (1972 -1975), pues encontró a los papás del niño en la capilla del Hospital Materno Infantil, dentro de su jurisdicción, cuando llegaron con Juanma.
«Lo que me inspiró a llevar la estampita fue el Espíritu Santo. Todo ocurrió la tarde anterior a la Marcha de la Esperanza, que fue una de las tantas cosas hermosas que nos dejó Pironio acá en Mar del Plata», expresó en declaraciones a la Agencia Informativa Católica Argentina el padre Silvano, actual párroco de San Carlos Borromeo, recordando que animó en su momento a la madre del niño sanado a pedir la intercesión del cardenal argentino para la curación.
La ceremonia de beatificación se hará en Luján el 16 de diciembre y, por parte de la Santa Sede, participará el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, LC, titular de la Gobernación del Vaticano y secretario de Pironio durante 23 años.
Al día siguiente, 2 de diciembre, el padre Silvano visitó a los padres de Juan Manuel en la puerta de la parroquia del Hospital Materno Infantil, donde el niño estaba internado. «Como el 3 de diciembre era el cumpleaños de Pironio y al otro día el aniversario de su ordenación, y estábamos caminando las calles que él mismo había caminado, se me ocurrió entregarles ese folleto, en el cual el mismo cardenal relata lo que fue el milagro de su propio nacimiento, ocasión en la que un obispo animó a la madre de Pironio a confiar, ya que, a veces, los médicos se equivocan».
La mamá de Juanma comentó sobre el cardenal Pironio que «su vida también es un milagro: me impactó conocerla. Eso era todo lo que necesitaba saber: los milagros podían ser reales. Necesitaba escuchar eso para saber que mi hijo viviría. Era la bocanada de fe que me dejó conocer su historia y la Marcha. Tuvimos una fuerza asombrosa y confiamos en que Dios haría lo propio. Comenzamos a leer la oración de la estampita y le pedimos a Pironio para que nuestro bebito sanara».
El padre Silvano recuerda que «a partir de eso, fue que Laura rezó la oración. Y su hijo, en pocas horas, empezó a mostrar una leve mejoría y, a los pocos días, volvió a la casa sin ningún tipo de secuelas». De hecho, mejoró tan rápidamente que los médicos no pudieron dar una explicación científica.
Su mamá narra que «no le quedaron secuelas de nada. Quedó comprobado que fue un milagro». Juan Manuel hoy tiene 17 años, estudia música, toca el chelo y cursa el último año de la escuela secundaria.
El padre Silvano comenta: «Que uno haya podido ser un mínimo instrumento llena de alegría, de emoción y, a la vez, de compromiso con el estilo sacerdotal que Pironio nos dejó, aunque me quede muy grande y muy lejos”, Conoció personalmente a Pironio estando a punto de entrar al seminario. «Ya siendo diácono y sacerdote joven tuve varias oportunidades en las que me pude encontrar con él y tener la experiencia de un hombre de Dios. Fue realmente un regalo de Dios: transmitía la presencia de Dios con su vida».
Los papás de Juanma expusieron: «No conocimos al cardenal Pironio, pero llegó a nuestras vidas en un momento difícil y, a través de la oración, intercedió por la sanación de Juan. La misión es dar a conocer lo importante que fue para Mar del Plata y su testimonio de esperanza».
La documentación recogida en el proceso diocesano con los testimonios, escritos y documentación sobre la vida, virtudes y fama de santidad del cardenal Pironio, fueron lacradas el 11 de marzo de 2016 ante el notario Marcello Terramani en la sede del Vicariato romano, para ser enviadas a la Congregación para las Causas de los Santos, según informó Zenit en 2016.
El cardenal vicario Vallini recordó el dato de la vida del Siervo de Dios, cuyos padres tuvieron 22 hijos, a pesar de que a la madre le habían aconsejado no tener más después del primer parto.
Laura Franco adelantó que toda la familia se prepara para ir el 16 de diciembre a la beatificación del cardenal Pironio en la basílica de Luján, donde descansan sus restos. «Nos sorprendió la fecha tan pronta. Vamos seguido a Luján porque es nuestro lugarcito en el mundo, donde nos encontramos frente a él y le rezamos, le agradecemos y llevándole todos los pedidos que le seguimos haciendo».
La mamá de Juanma también expresó: «Es un honor y un orgullo que el caso de Juan Manuel sea considerado su primer milagro». Cuando Juan Manuel tenía 5 años, solía pedirles a sus papás un hermanito y, el día que lo llevaron a la basílica de Luján, ella le pidió a Pironio que intercediera para que ese deseo fuera cumplido. «Al tiempo supe que estaba embarazada y, cuando me hice el control a los 4 meses, supe que era un embarazo gemelar. La ecografía fue un 4 de mayo, el mismo día en que Pironio dio un paso clave para convertirse en santo”.