(ZENIT Noticias / Washington, 05.12.2023).- La nueva política que se está promoviendo en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Administración Biden podría convertir el respaldo explícito a la ortodoxia de género y transgénero en una condición necesaria para la parentalidad adoptiva y de crianza. Esta normativa, propuesta a finales de septiembre, ha agotado recientemente el plazo para los comentarios públicos sobre la adopción y cuidado de niños.
Según las nuevas previsiones, la falta de «afirmación» por parte de los padres adoptivos o de crianza del género preferido por el adoptado/a se consideraría una forma de abuso infantil, y como resultado, a estos padres se les denegaría la adopción o el cuidado. La implementación de esta reflexión como norma obligatoria a nivel federal podría llevar a las agencias de protección infantil, incluidas las de adopción y crianza, a aplicarla sistemáticamente, reinterpretando la ley federal de seguridad social, que exige a las agencias garantizar que cada niño en cuidado de crianza reciba cuidados «seguros y adecuados».
La norma detalla las medidas que las agencias deben tomar para cumplir con este requisito para los «niños LGBTQI+», definidos como aquellos que «se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer o en cuestionamiento, intersexuales, así como niños que no son binarios o tienen una identidad o expresión de género no conforme». Antes de que las agencias confíen a un niño a un padre adoptivo, denominado de manera controvertida como «proveedor», se espera que esa persona «cree un entorno libre de hostilidad, abuso o maltrato basado en el estado LGBTQI+ del niño»; reciba formación «para estar preparado con el conocimiento y las habilidades adecuadas para satisfacer las necesidades del menor relacionadas con la orientación sexual auto-identificada, la identidad de género y la expresión de género»; y sea capaz de «facilitar el acceso del niño a recursos, servicios y actividades adecuadas para la edad que respalden su salud y bienestar».
Aunque la nueva regulación no define lo que se entiende por hostilidad, abuso o maltrato, aclara que «un proveedor que intente debilitar, suprimir o cambiar la orientación sexual, identidad de género o expresión de género de un niño, incluso mediante el uso de la llamada ‘terapia de conversión’, no sería una persona segura y apropiada». La norma propuesta cita a asociaciones médicas como la Asociación Psicológica Americana para afirmar que los esfuerzos para «minar, suprimir o cambiar» la orientación sexual, identidad de género o expresión de género «no cuentan con evidencia de respaldo y se consideran perjudiciales».
Con la nueva normativa propuesta por la Administración Biden, cualquier posible padre adoptivo que busque proteger a un niño de la confusión sexual y las presiones de la ideología de género y transgénero podría ser expulsado del programa de cuidado y adopción.
A pesar de que la nueva normativa sostiene que los niños en el sistema de cuidado de crianza tienen más probabilidades de identificarse como LGBTQI+, es decir, de enfrentar la confusión de género, Biden quiere prohibir a los padres cristianos adoptarlos según sus creencias religiosas, enseñanzas doctrinales y bíblicas, y, por lo tanto, se oponen a la ideología LGBTQI+.
«En respuesta a la propuesta radical de la Administración Biden, 19 fiscales generales republicanos están presionando para que retroceda en la nueva normativa que, según ellos, excluiría efectivamente a las familias cristianas del cuidado de crianza de niños y pondrá en peligro el sistema de crianza a nivel nacional», informó Fox News recientemente. El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, junto con 18 de sus colegas republicanos de otros estados, incluido Jonathan Skrmetti de Tennessee, envió una carta el lunes 27 de noviembre al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) denunciando que la regulación altera los requisitos para las familias de crianza, viola la Constitución y discrimina a las personas que sostienen una visión bíblica sobre la sexualidad y el género biológico.
El Secretario del Departamento de Salud federal (HHS), Xavier Becerra, reiteró que todo esto «cambiará la forma en que vemos el tratamiento del cuidado de crianza para nuestros hijos adoptivos, pero, lo que es más importante, la forma en que vemos a las personas en las que confiamos para cuidar a los niños en crianza».