(ZENIT Noticias / Washington, 25.12.2023).- Hace unos meses, la oficina del FBI en Richmond emitió un memorando sobre el grupo izquierdista Southern Poverty Law Center (SPLC) y pedía a los agentes investigar posibles vínculos entre «extremistas violentos por motivos raciales o étnicos» con grupos «católicos radicales-tradicionales». La oficina se vio obligada a retractarse rápidamente de este memorando tras muchas críticas.
El informe señalaba al grupo SPLC como grupo de odio. La oficina del FBI en Richmond emitió este memorando, que se filtró a la prensa. Grupos católicos y funcionarios electos exigieron aclarar esa información. Fiscales de 20 Estados Federales escribieron al fiscal general Merrick Garland para que advirtiera a los agentes federales y al presidente Biden no atacara a ciudadanos por sus creencias.
El director del FBI, Christopher Wray, compareció ante el Comité Judicial del Senado el pasado 5 de diciembre y los senadores Mike Lee, republicano por Utah, Ted Cruz, republicano por Texas, y Josh Hawley, republicano por Missouri, comentaron que la oficina se marcaba el objetivo de investigar a ciudadanos católicos.
Wray negó la acusación: «No realizan ni realizarán investigaciones basadas en el ejercicio de nadie por su expresión religiosa, protegida constitucionalmente». El senador Hawley insistió si las iglesias católicas eran «caldos de cultivo para el terrorismo interno» con «intolerancia sistémica hacia los católicos en el FBI». Wray rechazó ambas afirmaciones.
Hawley adujo: «Cielo santo, director, este es uno de los ataques más escandalosos: ha movilizado a su división, la división policial más poderosa del mundo, contra los católicos tradicionalistas… y acaba de decirnos que no ha despedido a ni una sola persona”.
En el memorando de 23 de enero, un analista de la División de Richmond del FBI expresó que los «católicos tradicionalistas radicales» se «caracterizan típicamente por el rechazo del Concilio Vaticano II». También se aseguraba que la ideología de esos grupos manifestaba «adherencia a una ideología antisemita, antiinmigrante, anti-LGBTQ y supremacista blanca», distinguiendo entre los católicos «tradicionalistas radicales» y «católicos tradicionalistas», que «simplemente prefieren la misa tradicional en latín y las enseñanzas anteriores al Vaticano II».
Al mismo tiempo, las notas del FBI indicaban que «por el contrario, el anticatolicismo profundamente arraigado sigue siendo una característica de muchos nacionalistas blancos de extrema derecha».
Luego se nombraban grupos católicos como radicales que no están ni siquiera reconocidos canónicamente por la Iglesia Católica, como los Esclavos del Inmaculado Corazón de María, ubicados en Richmond, New Hampshire.
Los republicanos del Comité Judicial sostuvieron que, el pasado 4 de diciembre, el FBI entrevistó a un sacerdote de la comunidad católica de la Sociedad de San Pío X en Virginia, cuya orden religiosa tradicionalista promociona la liturgia del Rito Romano anterior al Vaticano II, sin reconocimiento canónico oficial en la Iglesia Católica.
Wray, director del FBI confirmado por el presidente Joe Biden, condenó previamente el memorando en un testimonio ante el Congreso y repitió en la audiencia del Comité Judicial que estaba «horrorizado» por su contenido.
