(ZENIT Noticias / Barquisimeto, 17.01.2024).- El pasado 14 de enero, en el Estado de Lara, Venezuela, más de 2,7 millones de personas llenaron las calles de Barquisimeto en una impresionante procesión en honor a la Divina Pastora. Peregrinos de todo el país recorrieron más de 7,5 kilómetros en el día de la festividad de la Virgen. El gobernador del estado, Adolfo Pereira, compartió en sus redes sociales que durante la procesión «reinaba la paz, la calma y la religiosidad del pueblo».
El origen de la devoción a la Divina Pastora se remonta a un sueño del fraile Isidoro en Sevilla, España, en 1703. En el sueño, se mostraba a una virgen vestida de blanco y azul rodeada de ovejas. Hacia 1736, el párroco de la Basílica de Santa Rosa encargó una estatua de la Inmaculada Concepción, pero por error, la estatua enviada fue la de la Divina Pastora. A pesar de intentar devolverla, el pueblo interpretó el incidente como un signo de que la Divina Pastora debía quedarse y convertirse en la patrona.
Cada 14 de enero, se lleva a cabo la procesión de la imagen de la Divina Pastora, donde los fieles trasladan la estatua desde su iglesia en el pueblo de Santa Rosa hasta la catedral metropolitana de Barquisimeto. Durante el recorrido de regreso, visitan 44 iglesias de diversas parroquias del estado. El santuario de la Divina Pastora es el segundo lugar de peregrinación más importante en América, después del santuario de la Virgen de Guadalupe.
Este año, al llegar a la catedral, el arzobispo emérito de Coro, Mariano Parra, celebró la misa y señaló en su homilía: «No es casualidad que esta procesión se haya celebrado 166 veces, y cada vez el número de personas que acompañan a la Divina Pastora aumenta, convirtiéndose así en una de las mayores manifestaciones [de devoción mariana] en el mundo».
La procesión coincidió con la conclusión de la 121ª Asamblea Plenaria Ordinaria de los obispos venezolanos, donde se abordaron las principales problemáticas nacionales. En un comunicado pastoral, los obispos hicieron un llamado a trabajar por la paz, la justicia y la solidaridad, instando a la apertura de puertas y la construcción de puentes de entendimiento y convivencia. También destacaron los problemas urgentes en áreas como la economía, la crisis humanitaria, la inmigración, la educación y la corrupción.
En un hecho destacado, la líder política María Corina Machado, ganadora de las primarias de la oposición en octubre de 2023, participó en la procesión de este año, subrayando la importancia de la unión y la esperanza en tiempos difíciles.