los participantes subían a la carroza para besarla y pedirle milagros Foto: UCA News

Impresionante: millones salen a las calles de filipinas para venerar al Nazareno Negro

La procesión se pudo volver a tener tras la suspensión derivada por el COVID, desde 2020.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

(ZENIT Noticias / Manila, 19.01.2024).- Católicos apodados “Hijos” o “Guardaespaldas de Cristo” acompañaron el carruaje cubierto de vidrio con la estatua del Nazareno Negro en la procesión anual de Manila, el pasado 9 de enero de 2024. La procesión se pudo volver a tener tras la suspensión derivada por el COVID, desde 2020. Participaron 6 millones de fieles en la procesión, devoción amplia de los filipinos a la imagen del Nazareno Negro. Filipinas es el país con más católicos de Asia.

La figura representa a Cristo, fabricada en madera y llevada a Filipinas en 1606 por los agustinos recoletos. En 1650, el Papa Inocencio X aprobó la devoción y autorizó la Cofradía de Nuestro Santo Jesús Nazareno. Pío VII autorizó su culto y concedió indulgencia plenaria en 1880 “a quienes oren piadosamente ante la imagen”.

La Iglesia de Quiapo, donde reside la imagen, encargó una réplica para protegerla. La cabeza y las manos de la figura original se colocaron en un nuevo torso y el antiguo conserva la nueva cabeza y las nuevas manos. Ambas imágenes salen en la procesión.

El Arzobispo de Manila, Cardenal José Advíncula, pidió a los fieles ser testigos de Jesucristo: “Un verdadero devoto sirve como modelo, encarnando la vida de Jesucristo. A través de su vida, se puede dar testimonio de la fe en el Padre y de la caridad hacia el prójimo”.

Este 2024 hubo lluvia ligera en Manila. Algunos devotos caminaron descalzos para llevar la carroza, que lleva una vitrina de nueva protección, pues los participantes subían antes a la carroza para besarla y pedirle milagros. No obstante, algunos treparon por encima de los guardias, los cuales cuidaron que el trayecto continuara por los varios kilómetros que recorre la procesión, tras la misa al aire libre en un parque costero de Manila.

Tonton Ruz, uno de los guardias que protege la estatua mientras avanzaba lentamente, manifestó a AFP su felicidad por la reanudación de la procesión, que vio más ordenada: «Antes no se podía ver (la estatua) con tanta gente encima de la carroza, bloqueando la vista”.

 

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

Rafael Llanes

Apoya ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación