(ZENIT Noticias / Texas, 22.01.2024).- El sorprendente testimonio de Lindsay Smith, quien se crio en una familia tradicional cristiana, pero que rechazó a Dios, a la religión y comenzó a hacer brujería, ha causado mucha admiración en el canal llegando a más de doscientas mil vistas en solo tres meses.
Lindsay es una joven que afirma haber tenido visiones desde que estaba muy pequeña de seres espirituales, de lo que ella llamaba demonios. En su familia era difícil que la tomaran en serio. Esto la llevó a rechazar la religión desde que era muy pequeña, introducirse en la brujería y tener un estilo de vida LGBT. Fue adoptada, pero desde pequeña no podía identificarse con el estilo de vida de su familia.
Relata que ya desde muy pequeña veía espíritus, pero en realidad eran demonios que buscaban aprovecharse de ella. Asegura que en ese entonces ella no sabía acerca de la batalla espiritual, pero supo que el mundo espiritual existía verdaderamente.
Cuando ella iba a contar a la gente cristiana que conocía, ellos le decían que era su imaginación o simplemente no tenían una respuesta, lo que la llevó a concluir que en la Iglesia cristiana no encontraría una solución: “Sentí que siempre me habían incomprendido… Tenía depresión, ansiedad. Era muy, muy tímida, estaba como en mi caparazón», dijo.
En la secundaria tuvo una relación con un hombre que la introdujo en el ocultismo. Entre otras cosas le comenzó a enseñar de astrología, la Nueva Era y la brujería. Sin embargo, asegura que esa relación era abusiva, narcisista y controladora; una relación donde ella supo que la estaban usando.
Finalmente pudo romper con esa relación cuando comenzó la universidad en 2017, año en que entabló una relación con una persona de su mismo sexo, una mujer que buscaba asemejarse a un hombre y que la introdujo en la comunidad LGTB+, promoviendo ideas de “ser ‘abierto’”, aceptar a todos, y que puedes ser quien quieras ser. Eso terminó convirtiéndose en su propia forma de pensar.
Con el paso del tiempo se fue dando cuenta de que su estilo de vida no le daba una verdadera paz, sino que la hacía sufrir cada vez más al punto de llegar a sufrir depresión. Esto la llevó a buscar respuestas acerca de cómo salir del bache en el que se encontraba.
Después de algunos años de buscar respuestas, Smith comenzó a salir con un joven cristiano quien la motivó a leer la Biblia. Y fue así como comenzó a hablar con Jesús, hasta que un día buscó en YouTube la palabra de Dios y le aparecieron cientos de testimonios de personas que habían dejado el New Age, para seguir a Jesús. Ella dice que “no sabía ni siquiera lo que era el New Age”, pero por una semana entera se la pasó viendo todos estos videos y llegó a la conclusión de que “esa era la verdad que siempre había estado buscando”.
De ahí en adelante tiró todas las cosas que tenía relacionadas con la brujería, la astrología y el control mental.
Entregó su vida a Cristo en 2021. Sin embargo, confiesa que el camino apenas ha comenzado porque se ha dado cuenta de que cada día conoce un poco más a este Jesús que la guía. Afirma que el haberse alejado de aquellas relaciones con personas del mismo sexo y del ocultismo han sido las mejores decisiones que podría haber tomado. Menciona que ya no ve el mundo espiritual ni los demonios que la atormentaban y se lo atribuye a Dios, quien la ha librado de estos encuentros.
«Todavía estoy tratando de entender a Dios. Hay tantas facetas en Él. Ni siquiera puedo sentarme aquí y decir: ‘Sé todo acerca de Jesús’. Sé lo que me dice la Biblia. Sé que lo experimenté. Sé cómo hablo con Él. Sé cuándo responde mis oraciones. Sé eso acerca de Jesús», dijo Smith.
