(ZENIT Noticias / Madrid, 04.04.2024).- El Gobierno socialista de España ha decretado la guerra a la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, encabezada por el P. Santiago Cantera, superior y abad en funciones del Monasterio adyacente.
Tras la visita sorpresa del presidente español, Pedro Sánchez, al Valle de los Caídos (en concreto ha ido a supervisar las exhumaciones que se están produciendo en la cripta), el consejo de ministros trabaja en una expulsión de los religiosos católicos. Esa decisión ha provocado el revuelo político en apenas minutos: multitud de mensajes han inundado las redes sociales, acusándole de “pervertido”, “asalta tumbas” y otros calificativos peores.
El silencio de la Conferencia Episcopal Española ha suscitado todo tipo de revuelos desde diferentes asociaciones que se reconocen católicas y defensoras de la libertad religiosa: entre las críticas destacan Abogados Cristianos y la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, que preside Pablo Linares, los cuales con sufrimiento instan a que se deje a los muertos en paz.
Durante la visita del presidente Sánchez al Valle de los Caídos, ningún monje se ha acercado a recibirlo ni hablar con él, lo cual denota el dolor que está viviendo esa comunidad religiosa al verse vulnerados con la presencia de quien quiere echarles.
Dos años como fecha tope para abandonar el Valle de los Caídos
El Gobierno pretende que los monjes abandonen en apenas meses el Valle de los Caídos y el ultimátum que les han impuesto es que “En dos años como mucho tienen que estar fuera”, olvidándose por completo que el Valle de los Caídos no depende del Gobierno, sino que es una Basílica de derecho Pontificio.
Multitud de congregados ante las puertas del Valle de los Caídos han clamado en contra de lo que consideran un atentado grave contra la libertad y religiosa y temen que la Iglesia se haya quedado de brazos cruzados ante la situación que han catalogado como “verdaderamente indignante”.
José María y María del Mar son un matrimonio que no deja de ir al Valle de los Caídos para rezar y pedir a Dios que obre un milagro, así lo reconocen ellos. En conversaciones con ZENIT, han señalado que “estamos inmersos en la batalla del bien contra el mal y que no podemos dejar que venza el mal. Llevamos más de 30 años viniendo al Valle de los Caídos para dar gracias a Dios por este lugar de encuentro y perdón. Sin embargo ahora mismo estamos sufriendo la persecución clara que se está realizando a los Monjes que aquí residen. ¿Dónde está la Conferencia Episcopal?, les necesitamos y nadie contesta ni dice nada”, argumenta contundente Maria del Mar.
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