Algunas órdenes religiosas piden a los solicitantes títulos universitarios para el ingreso Foto: Tomada de la Red

USA: no pueden entrar al seminario o al convento… porque deben la universidad

Un informe de la Conferencia Nacional de Vocación Religiosa de Estados Unidos advirtió en 2013 que “la deuda educativa se había convertido en un elemento disuasivo para muchos en discernimiento sobre su vocación religiosa”. La deuda promedio por préstamos estudiantiles en Estados Unidos ronda los 30,000 dólares.

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(ZENIT Noticias / Los Ángeles, 23.04.2024).- Para ingresar en órdenes religiosas y/o seminarios, antes hay que saldar deudas. Por ejemplo, la deuda estudiantil… aunque algunas comunidades están dispuestas a ayudar.

Kendra Baker se mudó a Seattle tras graduarse de la Universidad Western Washington en 2021. Vivió siempre en la fe católica. Su padre cayó del techo de la casa y sufrió heridas que pusieron en peligro su vida. La familia llamó a un sacerdote para que orara con ellos. Horas más tarde, su padre abrió los ojos. “Los médicos nos habían dicho que nos preparáramos para un funeral. Aprendió de nuevo a caminar, hablar, conducir, puede comer con normalidad”. Kendra sintió un “sutil impulso” hacia la vida religiosa, motivado por algo más que la recuperación de su padre. “No fue una voz retumbante de Dios que decía: Kendra, ve al convento ahora”.

Tras mucha reflexión y oración, Baker encontró una comunidad religiosa alineada con sus intereses en la espiritualidad contemplativa y en el servicio pastoral. Inicialmente fue aceptada como candidata por las Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús en Los Ángeles. Pero después hubo un “impedimento”: la deuda de su préstamo estudiantil.

Quien ingresa a la vida religiosa en la tradición católica hace voto de pobreza, pero no es correcto que cargue deudas a la comunidad con su llegada y, por lo general, pagan sus deudas antes. Hay comunidades sin ingresos para atender esos pagos. Existe un 20 por ciento de estadounidenses con títulos universitarios que tienen deudas por préstamos estudiantiles (es decir, por préstamos adquiridos durante el periodo de estudios para pagar la universidad) y tienen complicaciones para seguir su vocación consagrada una concluidos los estudios.

Un informe de la Conferencia Nacional de Vocación Religiosa de Estados Unidos advirtió en 2013 que “la deuda educativa se había convertido en un elemento disuasivo para muchos en discernimiento sobre su vocación religiosa”. La deuda promedio por préstamos estudiantiles en Estados Unidos ronda los 30,000 dólares.

Han surgido organizaciones que ayudan a los candidatos a órdenes religiosas con este problema, como Labouré Society, a la que Baker recurrió, organización que ha apoyado a 400 católicos desde 2003, católicos deseosos de seguir la vida religiosa.

Labouré Society da parte del dinero necesario y facilita a los interesados para recaudar dinero en seis meses con llamadas telefónicas, escribir cartas y asistir a reuniones con donantes potenciales en sus comunidades. Baker pensó que necesitaría entre cinco y diez años para pagar su deuda con el sistema de Labouré Society, pero logró su objetivo en menos de seis meses y entrará a la comunidad religiosa en Los Ángeles este verano.

Otro camino siguió una conversa del luteranismo al catolicismo, Kristen Chenoweth. A los 30 años, finalizó la licenciatura en ministerio familiar y una maestría en administración de organizaciones sin fines de lucro. Quiso ingresar a las Hermanas Dominicas de la Inmaculada Concepción en Illinois, arrastrando la carga de 80,000 dólares en deudas por préstamos estudiantiles.

Chenoweth pagó sus préstamos trabajando, viviendo de manera austera, recaudando fondos en Grand Rapids, Michigan, y vendiendo Rosarios en Etsy. Consiguió 5,000 dólares con la venta de rosarios y recaudó 23,000 dólares con la ayuda de las Hermanas Dominicas y su programa de obtención de fondos GoFundMe. Recibió luego la noticia de que una organización católica que da apoyo a deudas estudiantiles, el Fondo de para Vocaciones, pagará el resto.

El Fondo para Vocaciones no pide a los aspirantes que recauden dinero, sino que salda directamente pagos mensuales a sus préstamos estudiantiles durante el tiempo que estén en formación para la vida religiosa. Este Fondo inició su actividad en el año 2000 y ha crecido considerablemente en los últimos años; distribuyó 28 subvenciones por 900.000 dólares el año pasado, con cantidades entre 5,000 y 7,000 dólares.

Algunas órdenes religiosas piden a los solicitantes títulos universitarios para el ingreso, sobre todo instituciones que dan servicios de atención médica o educación. Algunos aspirantes con título universitario se comprometen a pagar las deudas del préstamo estudiantil, pero pueden encontrar dificultades al realizar sus votos perpetuos si se comprometieron a pagarlos antes de la profesión religiosa.

Gianna Casino estudió Bioquímica y se graduó con una deuda de 20,000 dólares. Su familia se comprometió a pagarla con pagos mensuales. Pero los papás entraron en dificultades financieras y se frenó el pago. El Fondo para Vocaciones liquidó el resto del préstamo que faltaba.

Casino ha iniciado el estudio de consejera clínica de salud mental en la Universidad Divina Misericordia y completó su formación en salud mental en la Escuela de Medicina de Harvard.

La carencia de vocaciones plantea nuevos retos, como la liberación de las limitaciones financieras que dificultan el ingreso a un seminario o una congregación religiosa. Es notoria la solidaridad de la Iglesia donde unos miembros del Cuerpo Místico resuelven necesidades para bien de otros miembros y de toda la comunidad eclesial.

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Rafael Manuel Tovar

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