(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 30.04.2024).- El Arzobispo de Canterbury y líder de la comunión anglicana, Justin Welby, firmó el martes 30 de abril el “Llamamiento de Roma a la Ética de la Inteligencia Artificial en una ceremonia celebrada en Vaticano.
El documento pretende promover un sentido de responsabilidad compartida por la dignidad humana en un contexto de rápidos avances tecnológicos. Para garantizar que todas las personas, independientemente de su origen, puedan beneficiarse de estos avances, las religiones, las organizaciones internacionales, los gobiernos, las instituciones y el sector privado deben trabajar juntos.
El documento aboga por un desarrollo ético de la inteligencia artificial que esté al servicio de la humanidad y no de los beneficios y que contrarreste la sustitución gradual de las personas en el lugar de trabajo, y promueva el respeto por nuestra casa común.
«Estamos muy contentos de que, con la inclusión de nuestros hermanos y hermanas anglicanos, el “Llamamiento de Roma” pueda experimentar un nuevo paso de expansión. Cuando la reflexión y el diálogo sobre los temas del desarrollo tecnológico se encuentran en un espíritu de fraternidad, es posible encontrar caminos compartidos y soluciones eficaces para construir la paz y el bien común», dijo el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida y de la Fundación RenAIssance.
Comentando el evento, el arzobispo Welby, que firmó en nombre de la Iglesia de Inglaterra, dijo: «Estoy encantado de apoyar el Llamamiento de Roma por la Ética de la IA, que hace hincapié en la dignidad de todo ser humano en medio del cambio tecnológico. Aunque no podemos predecir el futuro, sabemos que la ciencia y la tecnología seguirán evolucionando rápidamente y debemos estar preparados. La inteligencia artificial ofrece un enorme potencial para mejorar las capacidades humanas. También debe tratar de proteger, preservar y salvaguardar la dignidad de la persona humana. Los enormes avances que ofrece la IA no pueden ser propiedad exclusiva de sus desarrolladores ni de una sola parte de la humanidad. Deben ser para todos, en todas partes. Deben estar al servicio del bien común, del clima y del desarrollo sostenible. Cómo entendamos la inteligencia artificial depende en gran medida de cómo entendamos la naturaleza del ser humano. Trabajemos todos para garantizar que la dignidad de cada ser humano, creado por Dios, no para el beneficio o la productividad, esté en el centro de todo lo que hacemos».
El Padre Paolo Benanti, Profesor Extraordinario de Ética de las Tecnologías en la Pontificia Universidad Gregoriana y Director Científico de la Fundación RenAIssance, también acogió con entusiasmo este evento, afirmando: «Con esta nueva ampliación de la Convocatoria de Roma podemos mirar con renovada confianza a la algorética, es decir, a la aportación positiva del enfoque ético a la inteligencia artificial. Nunca se trata simplemente de innovar. Se trata más bien de transformarla en desarrollo humano. También es muy importante que el patrimonio de la sabiduría humana que representan las religiones hable a toda la humanidad, valorando lo que se comparte para hacer frente a los retos contemporáneos».
La ceremonia tuvo lugar en la sede de la Academia Pontificia para la Vida.
Desde el lanzamiento del Llamamiento de Roma en febrero de 2020, muchas partes interesadas han firmado el documento, incluidos representantes de las religiones abrahámicas, el Gobierno italiano y actores como Microsoft, IBM y Cisco.
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