(ZENIT Noticias / Gitega, 04.05.2024).- Los obispos de Burundi han hecho un apasionado llamamiento para que la justicia sea “administrada de acuerdo con la ley”, condenando las “desapariciones forzadas y los asesinatos por motivos políticos” que asolan el país.
En un “mensaje de paz” visto por la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), los obispos católicos de Burundi denunciaron las violaciones y abusos de los derechos humanos que a menudo tienen lugar fuera de la mirada pública.
Los obispos escribieron en su declaración: “La comprensión de que hay personas en nuestro país que son cruelmente asesinadas o secuestradas y desaparecen por razones políticas u otros intereses macabros hace que uno se estremezca. Si una persona es detenida por las autoridades competentes, la justicia debe administrarse de conformidad con la ley; la persona debe permanecer retenida en un lugar conocido y accesible a sus familiares».
Burundi –un pequeño país de África con una población de alrededor de 13 millones de habitantes– se ha visto sacudido por una crisis de seguridad derivada de la agitación política que se remonta a principios de los años noventa.
En 2023, el Comité de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación “por las acusaciones de desapariciones forzadas y asesinatos de activistas políticos y periodistas llevados a cabo por las fuerzas de seguridad y grupos progubernamentales” en Burundi.
Los obispos advirtieron que “si la impunidad se arraiga en la sociedad, la gente pierde confianza en el sistema de justicia, lo que corre el riesgo de desanimarse, tomarse la justicia por su mano y cometer delitos”.
Luego pidieron a quienes “albergan el deseo de derramar la sangre de ciudadanos pacíficos para dar voz a su ideología o buscar el poder político” a “envainar nuevamente sus espadas y emprender la construcción de la nación adoptando formas que respeten la dignidad de los seres humanos y favorecer el diálogo y la consulta”.
Maxime François-Marsal, jefe de la sección de ACN para los países francófonos de África Central, afirmó: “Burundi tiene una historia muy dolorosa, caracterizada por masacres, asesinatos, conflictos sociales y violencia. Existe un clima de desconfianza en todo el país, incluso entre amigos y familiares».
ACN ha apoyado más de 200 proyectos en Burundi durante los últimos 10 años, incluidas actividades pastorales y la formación de sacerdotes, catequistas y religiosas.
El señor François-Marsal concluyó: “Oremos para que todos aquellos que ocupan puestos de responsabilidad en el país escuchen la voz de su conciencia, que el mensaje del Evangelio sea escuchado y que el pueblo de Burundi, que tanto añora por la paz, podrán volver a vivir seguros”.
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