(ZENIT Noticias / Kelheim, 14.05.2024).- El Tribunal Regional Superior de Núremberg ha dictaminado que un hombre del distrito de Kelheim, en la Baja Baviera, deberá soportar el sonido del reloj y las campanas de la iglesia parroquial católica de su localidad. Este fallo, anunciado el pasado martes 7 de mayo, ratifica la sentencia previa del tribunal regional de Ratisbona, contra la cual el demandante había interpuesto un recurso de apelación.
Las campanas de la iglesia suenan para marcar eventos litúrgicos y también para señalar el paso del tiempo, repicando cada cuarto de hora entre las 6 de la mañana y las 10 de la noche. El residente afectado argumentó que este ruido constituía una contaminación acústica intolerable que estaba afectando su salud.
No obstante, el tribunal regional de Ratisbona, basándose en un peritaje de mediciones de ruido, determinó que la duración y frecuencia del sonido de las campanas no superaban los límites razonables. Además, se consideraron factores como la tradición local y el hecho de que el demandante se mudó a la casa hace pocos años, plenamente consciente de la existencia de la iglesia, que lleva allí 125 años.
El Tribunal Regional Superior de Núremberg respaldó esta decisión, afirmando que el demandante debe tolerar el repique de las campanas en este caso particular. De esta manera, la sentencia del Tribunal Regional de Ratisbona adquiere carácter jurídicamente vinculante.
Este fallo subraya la importancia de las costumbres locales y la convivencia comunitaria en entornos históricos. La iglesia parroquial, con más de un siglo de antigüedad, sigue desempeñando un rol central en la vida de la comunidad de Kelheim, y su campanario, aunque considerado molesto por algunos, es un recordatorio constante de la rica herencia cultural y religiosa de la región.
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