(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 25.06.2024).- El Padre Liudger Gottschlich, un sacerdote de la Arquidiócesis de Paderborn, ha dedicado más de tres décadas a apoyar a los sobrevivientes de abuso, basándose en su propia experiencia como víctima de abuso por parte de un sacerdote a la edad de once años. El martes 25 de junio, fue parte de una audiencia especial con el Papa Francisco en la residencia del Papa, Casa Santa Marta, en el Vaticano.
La reunión, descrita como ocurrida en una «atmósfera única», fue un momento conmovedor para el Padre Gottschlich y sus compañeros sacerdotes que también han experimentado abuso. «Como sacerdotes que hemos sido víctimas nosotros mismos, estamos en una posición desafiante dentro de la Iglesia», explicó Gottschlich en una entrevista con Vatican Radio. Destacó el aislamiento que a menudo sienten estos sacerdotes, señalando que su presencia sirve como un recordatorio constante de los problemas no resueltos dentro de la Iglesia, lo que puede incomodar a otros.
El Padre Gottschlich compartió que el encuentro con el Papa Francisco fue diferente a sus experiencias habituales dentro de la Iglesia. «En general, no recibimos mucho apoyo o respaldo. A menudo hay un deseo de que seamos invisibles», dijo. Sin embargo, esta reunión fue diferente. Realizada en la sala de estar privada del Papa, la conversación fue íntima y personal. «Lo encontramos muy interesado, muy abierto, y también muy alentador y fortalecedor. Esto es algo que no se experimenta comúnmente con nuestros superiores en las diócesis.»
Reflexionando sobre la reunión, el Padre Gottschlich enfatizó el fuerte aliento del Papa para su trabajo. «El Papa nos instó a usar nuestras propias heridas para ayudar en el trabajo pastoral y a actuar como sanadores siempre que sea posible», dijo. El aliento del Papa fue un aprendizaje significativo, reforzando la importancia de no permanecer en silencio y mantener vivo el tema del abuso dentro de la Iglesia.
El Padre Gottschlich también abordó la afirmación común de que el abuso ocurre predominantemente dentro de las familias, con la Iglesia representando solo un pequeño porcentaje. Argumentó que esta perspectiva es demasiado estrecha. «La Iglesia está compuesta por todos los bautizados, y aquellos que abusaron también fueron bautizados. Por lo tanto, el problema del abuso dentro de la Iglesia es mucho más amplio, y no podemos simplemente dividirlo entre familias y otras partes de la sociedad. Debemos asumir la responsabilidad como Iglesia por los muchos individuos afectados.»
El Padre Gottschlich concluyó con un mensaje poderoso para todos los fieles: «No tengan miedo de acercarse a los afectados por el abuso. El mayor problema es que cuando las personas se abren sobre su abuso, se desencadenan miedos. ¿Cómo lo manejamos? ¿Qué hacemos? ¿Les haremos daño de nuevo? Esto lleva a que las víctimas se sientan muy solas y aisladas. Quiero disipar este miedo. Acérquense a ellos y pregunten, ‘¿Qué necesitas?’ Las víctimas y los afectados por el abuso les dirán qué se puede hacer. Pero por favor, superen su miedo.»
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace