(ZENIT Noticias / Washington, 24.07.2024).- Una encuesta reciente de Gallup revela que las creencias de los estadounidenses sobre los orígenes humanos son variadas y complejas. Aunque la mayoría considera que Dios tuvo algún papel en la creación, también hay un fuerte apoyo a la teoría evolutiva.
El 37% de los estadounidenses se identifican como creacionistas puristas, sosteniendo que Dios creó a los humanos en su forma actual hace menos de 10.000 años. Este porcentaje, aunque aún significativo, ha disminuido desde principios de la década de 2000 y representa el nivel más bajo en cuatro décadas.
Por otro lado, el 24% de los adultos estadounidenses apoya la evolución sin intervención divina, un aumento notable que casi ha triplicado desde 1999. Además, el 34% de la población combina ambas teorías, creyendo que los humanos evolucionaron con la guía de Dios.
Desde que Gallup comenzó a medir estas opiniones en 1982, las creencias han mostrado variaciones notables. En 1999, el creacionismo y la evolución guiada por Dios alcanzaron sus máximos del 47% y 40%, respectivamente. Sin embargo, desde entonces, estas cifras han disminuido mientras que el apoyo a la evolución sin intervención divina ha crecido significativamente.
Las opiniones sobre los orígenes humanos están fuertemente influenciadas por la religión, la educación y la ideología política. Los creacionistas tienden a ser más religiosos, con menor nivel educativo y políticamente conservadores. En contraste, aquellos que creen en la evolución sin intervención divina suelen no identificarse con ninguna religión, ser más liberales y tener mayor nivel educativo. Más concretamente:
Creacionismo estricto: la mayoría de los adultos estadounidenses que asisten a servicios religiosos semanalmente o con mayor frecuencia, se identifican como políticamente conservadores y son protestantes, creen que Dios creó a los seres humanos en su forma actual. La mitad de quienes asisten a servicios religiosos casi semanalmente o mensualmente también creen en el creacionismo.
Evolución estricta: la mayoría de quienes dicen no pertenecer a ninguna religión creen que los humanos evolucionaron a lo largo de millones de años sin intervención alguna de Dios. Una pluralidad de personas que asisten a servicios religiosos menos de una vez al mes y los liberales políticos también adhieren a la misma creencia estrictamente evolucionista.
Evolución influenciada por Dios: una gran cantidad de católicos y graduados universitarios creen en una evolución a lo largo de millones de años que fue guiada por Dios.
La encuesta también refleja un cambio en la religiosidad de los estadounidenses. Cada vez más personas dicen no identificarse con ninguna religión ni asistir a servicios religiosos, lo que coincide con el aumento en el apoyo a la evolución sin intervención divina. Esta tendencia sugiere una creciente secularización de la sociedad estadounidense.
A medida que los estadounidenses se vuelven menos religiosos, sus creencias sobre los orígenes humanos continúan evolucionando. Aunque una mayoría todavía cree que Dios jugó algún papel en la creación, el aumento en el apoyo a la evolución sin intervención divina indica un cambio significativo en las perspectivas culturales y científicas del país.
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