(ZENIT Noticias / Managua, 12.08.2024).- Continúa la persecución religiosa en Nicaragua: dos sacerdotes más han sido detenidos en la diócesis de Matagalpa, la de monseñor Rolando Álvarez, encarcelado en agosto de 2022 y exiliado en enero de 2024 a Roma. Se trata de los vicarios diocesanos Ulises René Vega Matamoros y Edgard Sacasa. Hasta al momento no se conoce el motivo de la captura.
Las fuentes que cita Vatican News señalan que los sacerdotes fueron detenidos el 1 de agosto, durante el inicio de la celebración del patrono de Managua, Santo Domingo de Guzmán. Además, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió la ordenación sacerdotal de tres diáconos en la Diócesis de Estelí, prevista para el sábado 27 de julio en la catedral de Nuestra Señora del Rosario, en el Diamante de las Segovias.
El párroco de la iglesia de San Ramón, monseñor Ulises Vega, y monseñor Edgar Sacasa, de la iglesia San Isidro, también fueron retenidos por la policía del régimen. El administrador de la diócesis de Estelí, monseñor Frutos Valle, también fue detenido el 26 de julio y trasladado al Seminario Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima, en Managua, usurpado por las autoridades para reclusión de clérigos.
Se estima que al menos 140 sacerdotes y religiosos has sido obligados a abandonar el país desde 2018, así como expropiaciones a organizaciones eclesiales mediante la eliminación de su estatuto legal.
El 27 de julio serían ordenados tres diáconos por el obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Carlos Enrique Herrera, pero la ceremonia de ordenación de Kelin José Martínez Rayo, Wendell Fuentes Chavarría y Ervin Joel Hernández Umanzor fue suspendida. “Solo llegó la Policía donde el padre Frutos a decirle que no estaba autorizada la ordenación”, reveló una fuente eclesiástica.
La semana anterior, monseñor Herrera ordenó a un sacerdote y siete nuevos diáconos en la catedral de Matagalpa.
El diácono Wendell Fuentes Chavarría confirmó a través de una carta del viernes 26 de julio la cancelación de su ordenación y de los otros dos diáconos, comentando: “Con un corazón lleno de esperanza, gozo y salud espiritual, quiero informarles que la ordenación sacerdotal de este indigno servidor del Señor ha sido cancelada por razones que aún no están claras, pero que son externas a nuestra vida eclesial”.
Y proseguía: “Les animo a seguir rezando por las vocaciones sacerdotales, esperamos que pronto Dios nos permita servir más y mejor a esta diócesis como presbíteros. Hago esta publicación, comprometido con los fieles que nos acompañarían en la Santa Eucaristía. ¡Señor! ¡Danos sacerdotes santos según tu corazón! A los 26 días del mes de julio en la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Santísima Virgen María”.
Por otra parte, siete sacerdotes que el orteguismo mantenía recluidos en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima fueron arrestados durante la primera semana de agosto y después desterrados a Roma, según el líder estudiantil Lesther Alemán. Los padres Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velásquez, Víctor Godoy, Harvin Torrez, Jairo Pravia y Silvio Romero fueron sacados por la fuerza de sus parroquias durante la primera semana de agosto.
La abogada Martha Patricia Molina informó del proceso que inició cuando los presbíteros “fueron secuestrados con violencia y sacados de sus casas curales en plena noche”. Estos arrestos fueron sin “ninguna orden de un juez que diga que están bajo arresto domiciliario”.
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