(ZENIT Noticias / Kansas, 25.08.2024).- El Obispo James V. Johnston, de la Diócesis de Kansas City-St. Joseph, dió a conocer los resultados del examen y la evaluación de los expertos médicos sobre los restos mortales de la Hermana Wilhelmina Lancaster, OSB. Con esta declaración queda reconocida la incorrupción parcial del cuerpo. Ofrecemos a continuación una traducción al castellano del pronunciamiento:
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La hermana Wilhelmina Lancaster falleció el 29 de mayo de 2019 y fue enterrada a los pocos días en una tumba en la propiedad del monasterio de las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles en Gower, Mo. Fue enterrada sin ningún tipo de embalsamamiento u otro tratamiento de su cuerpo, en un simple ataúd de madera sin sellar. Tras la exhumación del cuerpo de la Hermana Wilhelmina el 28 de abril de 2023, con el fin de trasladar su cuerpo a la iglesia de la Abadía para su inhumación, se descubrió que su cuerpo no mostraba signos de descomposición que normalmente se habrían producido después de casi cuatro años de enterramiento en las condiciones descritas anteriormente.
El 24 de mayo de 2023, como Obispo de la Diócesis de Kansas City-St. Joseph, comisioné a un equipo de expertos médicos locales para llevar a cabo un examen y evaluación del cuerpo de la Hermana Wilhelmina. El equipo fue dirigido por un Doctor en Patología, que fue asistido por otros dos médicos y un ex forense del condado de Missouri. Además de examinar y evaluar los restos mortales de la difunta, el equipo inspeccionó el ataúd y se realizaron entrevistas a testigos presenciales de los acontecimientos inmediatamente anteriores al entierro en 2019 y a la exhumación en abril de 2023.
En el informe final, el equipo de investigación señaló que el estado del cuerpo de la Hermana Wilhelmina durante el examen destacaba por la ausencia de rasgos de descomposición detectados. El revestimiento de su ataúd se había deteriorado por completo, pero su hábito y su ropa no mostraban rasgos de descomposición. El informe también señalaba que la historia relacionada con la muerte y el enterramiento de la hermana Wilhelmina no describe las condiciones que cabría esperar que protegieran contra la descomposición.
El equipo de investigación sólo pudo realizar un examen limitado, pero aun así concluyó que «el estado de su cuerpo es muy atípico para el intervalo de casi cuatro años transcurrido desde su muerte, especialmente dadas las condiciones ambientales y los hallazgos en los objetos asociados.»
Junto con la evaluación de los expertos médicos, pronto se realizaron pruebas adicionales en el suelo en el que tuvo lugar el enterramiento. Tras los análisis, no se encontraron elementos inusuales que pudieran haber influido en el estado del cuerpo de la Hermana Wilhelmina cuando fue exhumado.
En conclusión, dentro de los límites de lo observado durante este tiempo, el cuerpo de la hermana Wilhelmina Lancaster no parece haber experimentado la descomposición que cabría esperar normalmente en esas condiciones previas de enterramiento.
La Iglesia Católica no dispone de un protocolo oficial para determinar si el cuerpo de una persona fallecida está incorrupto, y la incorruptibilidad no se considera un indicio de santidad. Actualmente no existe ningún plan para iniciar una causa de santidad para Sor Wilhelmina.
Es comprensible que el estado de los restos de la hermana Wilhelmina Lancaster haya suscitado un gran interés y planteado importantes preguntas. Rezo para que la historia de la Hermana Wilhelmina siga abriendo los corazones al amor por Nuestro Señor y Nuestra Señora.
+Monseñor James V. Johnston, Jr.
Diócesis de Kansas City-St. Joseph
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