(ZENIT Noticias / Roma, 27.08.2024).- En un nuevo ataque verbal, el presidente de Nicaragua, el dictador Daniel Ortega, ha arremetido contra el Vaticano, tildándolo de ser parte de un «conglomerado fascista» con ambiciones de dominación global. Ortega acusó a la Santa Sede de haber sido cómplice de los regímenes nazis en Alemania y de los fascistas en España e Italia durante el siglo pasado.
Estas declaraciones se dieron en el contexto de una reunión virtual de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), una coalición político-económica que agrupa a diez países de América Latina y el Caribe, incluyendo a Nicaragua, Venezuela, Cuba y Bolivia. La mayoría de los estados miembros de ALBA son liderados por gobiernos de izquierda, muchos de los cuales mantienen una postura crítica frente a Estados Unidos.
Ortega, un líder que sigue las raíces del sandinismo de izquierda en Nicaragua, no se limitó en sus acusaciones, afirmando que el Vaticano actúa como un aliado de Estados Unidos, al que él considera un enemigo político. Según el mandatario, la Iglesia Católica es utilizada como una herramienta en las disputas políticas que Washington sostiene con diversos países del continente.
El Papa Francisco, quien ha mostrado preocupación por la situación en Nicaragua, se refirió nuevamente a la persecución que sufre la Iglesia en el país centroamericano durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro el domingo 25 de agosto. El pontífice expresó su solidaridad con el pueblo nicaragüense, al que describió que está atravesando un «tiempo de prueba», y pidió protección divina para la Iglesia en ese país.
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