(ZENIT Noticias / Nsukka, Nigeria, 02.09.2024).- La ordenación de 23 nuevos sacerdotes el pasado 10 de agosto en la Diócesis de Nsukka, Nigeria, ha hecho que la diócesis supere los 400 presbíteros al servicio de las comunidades locales. El aumento de vocaciones sacerdotales fue 2,1 % en África, según el anuario pontificio de 2023.
El obispo de la diócesis es monseñor Godfrey Igwebuike Onah: la dirige desde su ordenación episcopal en julio de 2013. Al término de la ordenación sacerdotal, expresó su gratitud y alegría por el creciente de sacerdotes que prestan servicio en su sede episcopal.
El Obispo Onah se dirigió a los diáconos que iban a ser ordenados sacerdotes durante la celebración eucarística en la Catedral de Santa Teresa, recibiendo un don del que estarán «profundamente transformados y configurados con Cristo».
Con la ordenación de agosto, se duplica el número de sacerdotes en la diócesis durante los últimos diez años. En la homilía, el obispo local hizo una advertencia a los sacerdotes sobre el uso de las redes sociales en su ministerio: «Hay ciertos lugares que los sacerdotes deben evitar, ciertos sitios web que no deben visitar, ciertas aplicaciones que no deben descargar y ciertas redes con las que no deben relacionarse. Incluso su atuendo debe reflejar su sagrada vocación».
Si solo hay un seminarista en la diócesis de Dublín, conviene reflexionar por qué Monseñor Onah comentó el contexto global de su vocación, recordando a los 23 diáconos que iban a ser ordenados de su diócesis que están al servicio de la Iglesia católica de todo el mundo en cualquier momento: «Como sacerdotes, deben tener discernimiento sobre dónde van y qué hacen. Deben recordar que son vasijas de barro, que llevan un tesoro precioso y deben guardarlo con cuidado».
Ante el dato de 195 sacerdotes diocesanos y 16 religiosos existentes en la diócesis en 2013 y que ahora son 417, hizo un paralelismo con el profeta Jeremías, llamado a profetizar a las naciones: «Mientras sean fieles a esta misión, no deben temer. En Cristo, los papeles de pastor, sacerdote y profeta se combinan, y vuestros hermanos y amigos asumen ahora esta responsabilidad».
Recordó a los 23 nuevos sacerdotes que no son «resultado de un accidente, sin importar lo que sugiera la ciencia. Cada ser humano es una expresión única del amor de Dios, única e irremplazable».
El obispo Onah pidió a los fieles apoyo para los nuevos sacerdotes con oraciones y sin interferencias a su ministerio. Y dio gracias a «las familias, las comunidades parroquiales y a todos los que han contribuido a la formación de estos jóvenes, reconociendo el esfuerzo colectivo necesario para prepararlos a su compromiso de por vida».
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