(ZENIT Noticias / Hildesheim, 13.09.2024).- El 1 de septiembre el obispo Heiner Wilmer, de la Diócesis de Hildesheim, Alemania, designó a tres empleados pastorales como referentes clave para una atención pastoral inclusiva, especialmente dirigida a personas queer. Esta iniciativa no solo busca acompañar a la comunidad LGBTQ+, sino también ofrecer a las parroquias e instituciones diocesanas herramientas para enfrentar desafíos pastorales con una sensibilidad renovada hacia la diversidad de género y sexualidad, según afirman.
Los nuevos referentes pastorales
Los tres nombrados para esta misión son Linda Menniger, pastora clínica en Hannover; Michael Hasenauer, pastor universitario en Lüneburg; y Manuel Ríos Juárez, consultor de la pastoral escolar en Hannover. Además de sus roles habituales, estarán disponibles para ofrecer apoyo en situaciones que requieren una atención “pastoral inclusiva”. Este equipo brindará orientación en casos tan diversos como el bautizo de un niño de una pareja lesbiana, ceremonias de bendición para personas trans que celebran su transición, o el acompañamiento a familias con hijos no binarios.
El objetivo principal anunciado por la diócesis es crear un espacio seguro y acogedor dentro de la Iglesia, en el que cada individuo, independientemente de su identidad sexual o de género, pueda encontrar un hogar espiritual. «Como cristianos, queremos ofrecer un hogar a todos», comenta Manuel Ríos Juárez, quien tiene una biografía queer y subraya la importancia de la sensibilidad pastoral en la creación de estos espacios.
Un nuevo enfoque para la “Pastoral Inclusiva”
El trabajo de estos referentes no parte de cero, sino que continúa y expande el legado del dominico Hans-Albert Gunk, quien durante años fue una figura clave en el diálogo pastoral con la comunidad homosexual en la diócesis. Sin embargo, esta nueva etapa va más allá, abordando las complejidades de la diversidad de género e incorporando a las personas trans e intersexuales en su enfoque de cuidado pastoral.
La iniciativa también responde a una demanda formulada en la Declaración de Hildesheim de 2021, «Bendiciones para este mundo», la cual proclamaba que todas las personas, independientemente de su identidad sexual, son parte plena de la Iglesia. Esta declaración subrayaba que la bendición de Dios está destinada a todas las relaciones amorosas, sin excepción.
Creación de Espacios Seguros en la Iglesia
Uno de los primeros pasos concretos de esta misión será habilitar «espacios seguros» dentro de la Iglesia de Hildesheim, lugares donde las personas queer puedan sentirse acogidas y acompañadas sin temor a la discriminación. Además, se está desarrollando un programa de formación para los empleados de la diócesis, con el objetivo de que adquieran los conocimientos y la sensibilidad necesarios para atender las necesidades pastorales de la comunidad LGBTQ+.
Linda Menniger, una de las nuevas referentes, señala que estos espacios no solo deben ser seguros físicamente, sino también culturalmente. «Desde el saludo hasta la prevención de la discriminación, la creación de una cultura de respeto y apoyo es clave», comenta. Y agrega que la pastoral queer toca muchas cuestiones presentes en su día a día como capellán clínica, especialmente en el acompañamiento de personas trans e intersexuales.
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