Según el arzobispo de Sídney, Anthony Fisher OP, este será el mayor evento celebrado en el país desde la Jornada Mundial de la Juventud en 2008.

Según el arzobispo de Sídney, Anthony Fisher OP, este será el mayor evento celebrado en el país desde la Jornada Mundial de la Juventud en 2008. Foto: Arquidiócesis Católica de Melbourne

Sídney será la sede del Congreso Eucarístico Internacional 2028

La mirada de la Iglesia ahora se dirige hacia 2028, esperando que este evento sea un momento de gracia y renovación, y que inspire a las generaciones futuras a vivir su fe de manera más profunda y comprometida.

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(ZENIT Noticias / Quito, 17.09.2024).- En un anuncio que marca un hito para la Iglesia en Australia, el Vaticano ha designado a Sídney como la próxima sede del Congreso Eucarístico Internacional, programado para 2028. La decisión se tomó tras la clausura del 53º Congreso Eucarístico Internacional en Quito, Ecuador, un evento que reunió a miles de fieles y destacó el poder sanador y unificador de la Eucaristía en tiempos de crisis globales.

Un regreso histórico a Australia

Han pasado más de cinco décadas desde que Australia albergó un Congreso Eucarístico Internacional. En 1973, la ciudad de Melbourne fue la anfitriona de este evento religioso, y ahora, en 2028, Sídney tomará el relevo, atrayendo a decenas de miles de peregrinos de todo el mundo. Según el arzobispo de Sídney, Anthony Fisher OP, este será el mayor evento celebrado en el país desde la Jornada Mundial de la Juventud en 2008.

El Congreso Eucarístico Internacional, celebrado cada cuatro años, es una oportunidad para que los fieles profundicen en su comprensión de la Eucaristía como «fuente y cumbre de la vida cristiana». El arzobispo Fisher expresó su esperanza de que este evento revitalice la vida litúrgica de la ciudad y renueve el fervor religioso de la comunidad, subrayando que la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía tiene el poder de transformar vidas y corazones.

Reflexiones desde Quito: la Eucaristía como camino a la fraternidad

El reciente Congreso Eucarístico en Quito, celebrado del 8 al 15 de septiembre de 2024 bajo el lema «La fraternidad para salvar el mundo», no solo fue un espacio de adoración, sino también de reflexión profunda sobre los desafíos contemporáneos. El Papa Francisco, a través de un mensaje en video, destacó el papel central de la fraternidad como un requisito para la construcción de un mundo más justo y humano.

Uno de los puntos más conmovedores del mensaje del Papa fue el relato de Sor Angela Autsch, una religiosa encarcelada por los nazis en Auschwitz. Sor Angela encontró en la Eucaristía una fuerza que la ayudó a resistir la opresión. Para ella, promover la Comunión frecuente y rezar por la Iglesia eran actos de resistencia espiritual que ningún enemigo podía derrotar. Este ejemplo histórico, según el Papa, refleja el poder de la Eucaristía como un vínculo que fortalece tanto a la Iglesia como a sus miembros, y que ofrece una respuesta a las injusticias del mundo.

Un encuentro para sanar al mundo

El Congreso en Quito también sirvió para reflexionar sobre las «heridas del mundo», incluyendo la crisis ecológica, las divisiones políticas y los desafíos migratorios. En este contexto, la Eucaristía fue presentada como un medio para sanar y reconciliar. Al respecto, el obispo Andrew Cozzens, quien presidió el Congreso Eucarístico Nacional en Estados Unidos, señaló que la Eucaristía no solo es un sacramento de unidad, sino también de sanación, capaz de iluminar la oscuridad del mundo con la luz de Cristo.

Sídney 2028: una oportunidad de renovación

El anuncio de que Sídney albergará el Congreso Eucarístico Internacional en 2028 abre una nueva página en la historia de la Iglesia en Australia. Este evento global será una oportunidad para que los católicos y peregrinos de diversas partes del mundo se reúnan en una celebración de fe y unidad. Además, se espera que el Congreso impulse una renovación en la vida litúrgica y espiritual no solo de Australia, sino también de todos aquellos que participen.

Con el respaldo de una ciudad vibrante y diversa como Sídney, el Congreso Eucarístico de 2028 promete ser un punto de encuentro para millones de fieles que buscan profundizar en el misterio de la Eucaristía y responder a los desafíos de un mundo que necesita más que nunca los valores de fraternidad y amor cristiano.

La mirada de la Iglesia ahora se dirige hacia 2028, esperando que este evento sea un momento de gracia y renovación, y que inspire a las generaciones futuras a vivir su fe de manera más profunda y comprometida.

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Enrique Villegas

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