Filipe d’Avillez y Amy Balog
(ZENIT Noticias / Beirut, 25.09.2024).- Las Iglesias en el Líbano han abierto sus puertas a quienes buscan refugio del impacto devastador de los ataques actuales.
Aunque los ataques aéreos tienen como objetivo a la milicia islamista Hezbolá, “afectan a todo el mundo”, según Marielle Boutros, coordinadora de proyectos de la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en el Líbano.
“La gente vive ahora en iglesias, por lo que necesitarán comida, productos sanitarios, colchones, mantas y, si esto continúa, necesitaremos calefacción para el invierno, aunque, por supuesto, esperamos que no dure tanto”, dijo.
Agregó que la organización benéfica está trabajando con socios de la Iglesia local para buscar formas de ayudar a los miles de personas que han sido desplazadas desde que comenzó el bombardeo (lunes 23 de septiembre).
La Sra. Boutros dijo que “todo el sur del Líbano” –una región con una gran población cristiana– está siendo atacado, lo que lleva a muchos residentes a buscar refugio en iglesias.
Añadió: “Estas no son zonas puramente chiítas o de Hezbolá, y tenemos muchas familias cristianas viviendo allí. Algunos han perdido sus casas y ahora se están desplazando desde el sur hacia otros lugares de Beirut, el Monte Líbano y el norte, en busca de seguridad”.
La Sra. Boutros explicó que también se han producido ataques en zonas de Beirut donde Hezbolá cuenta con la mayor parte de su apoyo.
Agregó: “Beirut no es una ciudad grande, por lo que si una parte de Beirut es atacada, todo Beirut lo sentirá, y todo el día la gente oye el sonido de aviones militares o drones”.
Subrayó que el conflicto podría provocar otra oleada de cristianos que abandonen el Líbano (un éxodo que ya dura décadas), lo que disminuiría aún más la influencia cristiana en la región.
Según Firass Abiad, ministro de Salud del Líbano, al menos 558 personas murieron en los ataques aéreos del lunes, incluidos 50 niños.
La Sra. Boutros dijo que ACN ha apoyado más de 300 proyectos en el país, incluida ayuda de emergencia en respuesta a la guerra de pequeña escala en el sur del Líbano desde octubre pasado.
Agregó que las escuelas, a las que la organización benéfica también ha estado apoyando, “están cerradas, pero esto es temporal, y ahora están pasando a la enseñanza en línea”.
La Sra. Boutros concluyó pidiendo a los amigos y benefactores de ACN que oren para que la paz “llegue finalmente al Líbano y a toda la región, y para que se ponga fin de manera justa al conflicto actual”.
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