(ZENIT Noticias / Madrid, 08.10.2024).- Los datos publicados por el “Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del embarazo” del Ministerio de Sanidad español el sábado 28 septiembre, Día Mundial del Aborto Seguro, reflejaron 103.097 abortos en España durante 2023. En 2022 hubo 98.316.
En contraste, la tasa en España de nacimientos por cada mil habitantes en el año fue en 2023 de 6,7%, tasa de natalidad muy baja, inferior a 2,1 por mujer, que es la fecundidad de reemplazo para garantizar una pirámide poblacional estable en una sociedad. El índice de fecundidad o número medio de hijos por mujer fue de 1,16.
Es curioso que el organismo público de Sanidad ofreció el dato oficial durante el fin de semana, procedimiento normal para dar mayor repercusión a la información. Parece que el Gobierno actual, antieclesial y radical, se congratula por el crecimiento de abortos y carece de visión para evaluar el alcance de esta normativa ante la necesidad de nacimientos, que habrían aumentado 30.6% sin la ley del aborto.
El aumento de 4,8% en abortos choca también con el argumento de necesitar métodos anticonceptivos para evitar los embarazos no deseados: se desea un crecimiento poblacional sano y se cierran los ojos al número de mujeres en edad fértil cada vez menor, además de favorecer la muerte de inocentes.
Mayor espasmo producen otros datos: 25% del total de abortos fueron efectuados en bebés de más de 8 semanas. Por otra parte, 35% de mujeres que abortaron en 2023 ya habían asesinado a sus bebés anteriormente. Es fácil de admitir que la preferencia por la muerte sobre la vida va en aumento.
Abortan más las mujeres jóvenes: 10.934 abortos se produjeron entre menores de 20 años, creciendo 4,78% respecto a 2022.
De los 98.850 abortos, 3.294 mujeres estaban en supuesto grave riesgo de su vida o salud; 2.688 estaban con riesgo de graves anomalías en el feto; y 263 con anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable. ¿Por qué abortaron las otras 92.605? ¿Miedos, falta de apoyo familiar u oficial, comodidad para no afrontar la maternidad? Al Gobierno le da igual: solo busca disminuir nacimientos.
Nacieron 7.153 niños menos en 2023 frente a 2022, porcentaje menor en 2.17%. Si miramos la evolución de la Tasa de Natalidad en España, vemos que ha disminuido frente a 2022, en el que fue del 6,88%, y ante 2013 en 9,11%.
De las mujeres que abortaron, 30,69% vivían en pareja. Las trabajadoras por cuenta ajena eran 58,01% y 65,52% eran de nacionalidad española. Aumentó ligeramente el porcentaje en mujeres con estudios Bachillerato, Formación Profesional o estudios universitarios. Además, la práctica de relaciones sexuales sin barreras superó 25% en las mujeres con más de 30 años.
Frente a este panorama, la Iglesia no solo se opone al aborto porque arrebata la vida a un inocente, sino que también defiende una sexualidad superior a la simple relación física. Y propone apoyar a las mujeres con embarazos no deseado por sentido solidario y de protección. Cuando las autoridades y los medios de comunicación valoren estas joyas sociales de solidaridad y respaldo a las mujeres embarazadas, el aborto se verá como un ataque a la sociedad y a las mismas mujeres.
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