(ZENIT Noticias / Atlanta, 17.10.2024).- Una nueva encuesta nacional revela que la mayoría de los votantes estadounidenses apoya la prohibición de las cirugías y terapias hormonales para menores de edad que buscan cambiar su género. El 59% de los encuestados afirmó estar a favor de implementar esta restricción a nivel federal, lo que marca una tendencia clara en el debate sobre los derechos transgénero, un tema cada vez más central en la política del país.
Divisiones políticas y demográficas
El sondeo, realizado por Noble Predictive Insights y encargado por “The Center Square” (lo reporta The New York Post), mostró que el respaldo a la prohibición de estas intervenciones no es exclusivo de los conservadores. Si bien el apoyo es mayor entre los republicanos, también el 36% de los demócratas y el 56% de los independientes coincidieron en que las transiciones de género en menores deberían ser prohibidas. Aunque los votantes jóvenes (de 18 a 34 años) registraron el menor nivel de apoyo, aún así una mayoría del 52% se mostró favorable a la medida.
Según David Byler, de Noble Predictive Insights, esta inclinación de la opinión pública hacia las restricciones sobre las intervenciones transgénero en menores refleja una ventaja estratégica para el Partido Republicano. En palabras de Byler, “en temas relacionados con los derechos de las personas transgénero y los jóvenes, los republicanos están en sintonía con la mayoría de la población”, lo que explica por qué muchos de sus anuncios de campaña se enfocan en estas cuestiones.
Un tema controversial y emocional
El tema de las transiciones de género en menores no solo está dividiendo al electorado, sino que también enfrenta a la comunidad médica y científica. Si bien algunos profesionales sostienen que las intervenciones tempranas son una forma de apoyo crucial para jóvenes con disforia de género, un conjunto creciente de estudios plantea preocupaciones sobre los efectos a largo plazo de estas terapias y cirugías. Investigaciones sugieren que hasta el 80% de los niños que experimentan disforia de género superan esta condición naturalmente al llegar a la adolescencia, sin necesidad de tratamientos médicos invasivos.
Además, muchos «detransicionistas», personas que alguna vez realizaron una transición de género pero que más tarde volvieron a vivir según su sexo biológico, han compartido testimonios desgarradores sobre los daños físicos y emocionales que sufrieron. Según ellos, la presión social y médica para realizar la transición antes de alcanzar una madurez emocional plena les llevó a tomar decisiones irreversibles que ahora lamentan.
Intereses económicos en juego
Un aspecto que ha añadido combustible a este debate es la creciente evidencia de que las cirugías de reasignación de género no solo tienen consecuencias personales para los individuos, sino también un impacto financiero considerable para las clínicas que las realizan. En 2022, un video de la Dra. Shayne Sebold Taylor, de la Clínica para la Salud Transgénero de la Universidad de Vanderbilt, reveló que estas intervenciones generan ingresos significativos, lo que ha alimentado las críticas de quienes creen que algunos médicos priorizan el beneficio económico sobre el bienestar de sus pacientes.
La batalla electoral
La política no ha sido ajena a este debate, y tanto republicanos como demócratas están utilizando el tema en sus campañas. Kamala Harris, candidata presidencial demócrata, ha defendido la ampliación de los derechos LGBT y ha mostrado su apoyo a la controvertida «Ley de Igualdad», que garantizaría que las personas transgénero accedan a espacios reservados para mujeres, como baños o refugios. Los republicanos, por su parte, han aprovechado la oportunidad para presentar esta legislación como una amenaza a los derechos de las mujeres y las niñas, especialmente en lo que respecta a la participación de personas transgénero en deportes femeninos.
Donald Trump, candidato republicano, ha prometido medidas más restrictivas en su plataforma, como criminalizar las cirugías de reasignación de sexo en menores si se realizan sin el consentimiento de los padres. No obstante, Trump ha generado cierta confusión al no aclarar si su propuesta permitiría estas cirugías siempre que los padres estuvieran de acuerdo, o si simplemente estaba criticando la falta de transparencia que, según él, existe en algunos sectores de la medicina sobre estos procedimientos.
Perspectivas futuras
El apoyo creciente a las restricciones sobre las transiciones de género en menores refleja un cambio cultural en EE.UU., donde las políticas en torno a la identidad de género se han convertido en una de las cuestiones más divisivas de la actualidad. A medida que más votantes, incluidos algunos sectores demócratas, muestran su apoyo a estas medidas, es probable que el tema continúe escalando en importancia de cara a las próximas elecciones.
Lo que está en juego va más allá de la política electoral: se trata de un profundo debate sobre los derechos de los menores, el papel de los padres, y las implicaciones éticas y médicas de tomar decisiones irreversibles en etapas tempranas de la vida. El desenlace de esta controversia no solo moldeará el panorama político, sino que también tendrá un impacto significativo en las vidas de miles de niños y sus familias en los próximos años.
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