(ZENIT Noticias / Roma, 22.10.2024).- En un gesto poco común y lleno de humildad, el obispo Paskalis Bruno Syukur de Bogor (Indonesia) ha declinado el honor de ser elevado a cardenal en el próximo Consistorio del 7 de diciembre de 2024. La decisión del obispo franciscano de renunciar a este prestigioso cargo surge de su profundo deseo de seguir creciendo en su sacerdocio personal y de seguir sirviendo a la Iglesia y al pueblo de Dios. Como resultado, el número de nuevos cardenales que recibirán sus capelos rojos del Papa Francisco se ha reducido de 21 a 20.
La Oficina de Prensa del Vaticano, encabezada por Matteo Bruni, confirmó la noticia en un comunicado: “Su Excelencia Paskalis Bruno Syukur, obispo de Bogor (Indonesia), ha pedido al Santo Padre que no sea nombrado cardenal durante el próximo Consistorio. La petición de Su Excelencia está motivada por su deseo de seguir creciendo en su vida sacerdotal, en su servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios”.
Esta decisión ha despertado interés y admiración en el mundo católico, no sólo por su rareza, sino también porque refleja un profundo sentido de humildad y dedicación al crecimiento espiritual, un testimonio de los valores franciscanos del obispo Syukur.
Una vida de servicio y liderazgo
Nacido el 17 de mayo de 1962 en la isla de Flores, el obispo Syukur ha recorrido un camino de servicio dedicado dentro de la Iglesia. Se unió a la Orden Menor Franciscana, hizo su profesión solemne el 22 de enero de 1989 y fue ordenado sacerdote el 2 de febrero de 1991. Su sacerdocio temprano estuvo marcado por el servicio en varios roles pastorales, incluyendo el trabajo parroquial en las áreas remotas de Papúa, Indonesia.
Los estudios académicos de Syukur lo llevaron al Antonianum en Roma, donde obtuvo una Licenciatura en Espiritualidad, preparándolo para roles de liderazgo dentro de la Orden Franciscana. Regresó a Indonesia para servir como maestro de novicios y finalmente asumió importantes responsabilidades como Ministro Provincial de los Franciscanos en Indonesia de 2001 a 2009. Su compromiso con la Orden lo llevó a ser elegido Definidor General para Asia y Oceanía, un papel que lo llevó de regreso a Roma antes de su eventual nombramiento como Obispo de Bogor por el Papa Francisco en noviembre de 2013.
Una decisión tranquila y meditada
Aunque muchos ven el cardenalato como el pináculo de la carrera de un obispo, la decisión del obispo Syukur refleja su preferencia por una vida de reflexión tranquila y crecimiento espiritual por encima de los honores mundanos. Sus raíces franciscanas, impregnadas de sencillez, humildad y servicio, parecen haber guiado esta elección. Para Syukur, el cardenalato puede haber representado un honor, pero también habría conllevado el peso de nuevos deberes administrativos y ceremoniales que podrían alejarlo de su misión pastoral y de la gente a la que sirve.
Su decisión es un recordatorio de un tipo diferente de liderazgo, uno que prioriza el desarrollo espiritual y la humildad por encima del reconocimiento. El obispo Syukur está dando a entender que su llamado radica en una relación más profunda con Dios y los fieles, y en vivir su vocación franciscana de una manera que ponga menos énfasis en los títulos y más en el trabajo esencial de la Iglesia.
La visión del Papa Francisco y la postura de Syukur
Esta decisión se alinea con el espíritu del propio Papa Francisco, quien ha enfatizado constantemente la humildad, el servicio y el rechazo del clericalismo a lo largo de su papado. Francisco ha recordado a menudo a la Iglesia la necesidad de un clero menos jerárquico y más orientado al servicio, lo que ejemplifica la elección de Syukur. Al aceptar la solicitud del obispo, el Papa Francisco reconoce el profundo significado espiritual de esta decisión, al tiempo que continúa defendiendo los valores de la sencillez y la cercanía al pueblo que ha defendido durante mucho tiempo.
La decisión del obispo Syukur de rechazar el cardenalato probablemente resonará entre aquellos que ven a la Iglesia no como una institución de poder y prestigio, sino como una comunidad donde los líderes espirituales, desde los cargos más altos hasta las parroquias locales, están llamados a servir en primer lugar.
Un futuro arraigado en el servicio
Si bien muchos en la Iglesia Católica pueden estar sorprendidos por la decisión del obispo Syukur, es probable que su futuro en la Iglesia continúe siendo uno de servicio silencioso pero impactante. Ya sea a través de su liderazgo en la diócesis de Bogor o sus continuas contribuciones a la Orden Franciscana, Syukur sigue siendo una figura de profunda sabiduría espiritual y compromiso.
Mientras la Iglesia se prepara para el Consistorio de diciembre, donde se crearán 20 nuevos cardenales, el obispo Paskalis Bruno Syukur continuará su camino, no con un sombrero rojo, sino con la misma humildad y dedicación que han marcado su vida hasta ahora, un verdadero testimonio del camino del servicio por encima de uno mismo.
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